
La periodista Vivian Fernández, editora del portal Brasil de Fato (Brasil de hecho), brindó en Punto de Partida un panorama acerca de las últimas novedades del proceso político brasileño.
Según contó Fernández «el domingo hubo un acto multitudinario en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, pidiendo elecciones directas y en contra de las reformas laborales. Esta semana van a continuar las movilizaciones, porque a la crisis política se suma la crisis económica que afecta a Brasil. En la oposición las relaciones entre organizaciones políticas y sindicales se da en el Frente Brasil Popular, que reúne movimientos, artistas y partidos. La relación del Partido de los Trabajadores (PT) y el Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra (MST) se da en este marco frentista. Comparten una agenda que incluye la demanda de ir a las urnas y oponerse a las reformas laborales que impulsa el gobierno de Michel Temer».
Respecto al papel que juega el Congreso y los plazos con los que contaría Temer Fernández explicó que «el gobierno está muy jaqueado por por la presión económica y las pruebas de los hechos de corrupción que lo afectan. El Congreso y las fuerzas en el poder apuestan por las elecciones indirectas. Nadie sabe cuánto tiempo le queda a Temer. Hay cuatro maneras de salir del gobierno. Por ‘impeachment’ o juicio político sería un proceso muy largo; por renuncia, pero Temer dijo varias veces que no piensa hacer eso; por juicio a través del Supremo Tribunal Federal pero no se conoce la posición de los ministros al respecto, y la cuarta es que se lo acuse de lo mismo que a Dilma Rouseff, de no declarar dinero de la campaña electoral. Sin embargo ayer el presidente cambió al Ministro de Justicia, que tiene influencia directa en el Tribunal Electoral que va a juzgar el caso. Evidentemente no es cuestión de días, y la única manera de sacarlo y anular sus maniobras es con la presión de las movilizaciones callejeras«.
Finalmente Fernández señaló que «el gobierno reprime las protestas porque no sabe cómo reaccionar ante la masividad de las mismas. Por otro lado la policía actúa bajo órdenes de los estados o del distrito federal en el caso de Brasilia. Después del uso de gas pimienta y bombas por parte de la policía, el gobierno movilizó a las fuerzas armadas según dijo para proteger a los edificios públicos, pero ante la fuerte reacción local e internacional Temer volvió sobre sus pasos. Así que la expectativa es que se va a ‘contener’ las protestas con violencia. Ayer en Río pienso que no pasó nada porque había muchos artistas. Pero en las últimas protestas en Río la policía siempre fue violenta. El escenario es de represión y persecución política».
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