Despidos, extensión de jornada laboral, militarización del hospital y situación de la salud pública son los temas a los que se refirieron tres trabajadoras del Posadas en su visita a Radio Gráfica luego de los 122 despidos en un lugar único por su envergadura y por el tipo de atención de alta complejidad en áreas tan sensibles como neonatología.
Mabel Villlagrán es enfermera de oncología pediátrica en el turno noche y trabaja allí desde el 2003. Ella, al igual que unas 60 personas más, forma parte del grupo de “amparados”, quienes presentaron un amparo judicial en julio del 2017 porque las autoridades querían extender las jornadas laborales de enfermería a 12 horas. Ella, al igual que muchas de las personas que forman parte de ese grupo, está entre las despedidas.
“Nos tocaron el punto débil, que es nuestro sueldo. Me entero que estoy desafectada porque no estoy adentro de una lista que enviaron vía whatsapp y la gente que no está allí, está desvinculada. No me llegó ninguna notificación formal”, contó. Sin embargo, aunque siguió concurriendo, en la última guardia que hizo le fueron a decir que “no podía tomar pacientes”. “Y colocaron en el libro de novedades que el servicio quedaba a cargo de mis tres compañeros. Trataron de confrontarme con ellos y de responsabilizarlos. Si yo no acataba la orden, se iban a tomar represalias con mis compañeros”, siguió.
María Angélica Brites también es enfermera pediátrica en el turno noche. “Y también me enteré vía whatsapp del despido. Ese día (15 de enero) ingresamos a la guardia, trabajamos a la noche y cuando bajábamos teníamos que ir a notificarnos de si estábamos en la lista o no. Según esta lista estábamos fuera de la institución desde el 31 de diciembre y lo sabemos el día 15”, señaló.
“De las 122 personas, entre 60 y 70 somos enfermeras. Y la particularidad que tenemos estos enfermeros es que la mayoría estamos amparados legalmente, amparo que surgió desde que el director de Recursos Humanos quiso tomar la modalidad de la reforma laboral que están queriendo implementar y pusieron como punta de lanza el Posadas. Nos quisieron implementar las 12 horas. Sabemos que trabajar 12 horas a la noche es totalmente ilegal. El máximo de horas que puede cumplir un enfermero nocturno es de 132 horas. Este señor pretendía que hagamos 180”, detalló sobre la situación vivida desde mediados del 2017.
“La Justicia nos dio favorable al amparo. Imaginate que trabajamos con chicos de riesgo, que van a terapia, que están con suero constante, atendemos todos los casos. No es lo mismo entrar a las 20 y salir a las 8 de la mañana con todas las luces”, explicaron. Sin embargo las autoridades apelaron esa decisión judicial.
Karina Almirón es técnica de Anatomía Patológica y técnica de Inmunohistoquímica. “El estudio que hago determina el tratamiento que se le da a pacientes que tienen cáncer y también para diagnosticar otras enfermedades, mi trabajo es técnico”, comenzó.
Entre las medidas que llevan adelante como trabajadoras está la de “abrir un fondo de lucha a nivel nacional”. “Porque no sólo estamos los 122 despidos, sino que todo el turno de enfermería que presentó el amparo hace ya siete meses que no cobra al sueldo. Incluso a algunos les renovaron contrato, pero no les están pagando el sueldo. Queremos pedir una instancia de negociación a dirección del hospital y al gobierno nacional, pidiendo la nulidad de la resolución”, dijo.
En diálogo con Úrsula Asta subrayaron que, además de la situación laboral, que implica incluso que ahora haya un llamado para ingresar 50 personas en condición de monotributistas, esto afecta en la atención directa en el hospital: “Nuestros pacientes son niños que están peleando por la vida y de repente no darle el cuidado necesario y suficiente duele en el alma”.
Almirón detalló que el Posadas “es uno de los pocos que tiene neonatología, que tiene todas las especialidades, que tiene terapia intensiva pediátrica, y es donde se atienden a más de 5 mil pacientes por día, por eso es muy importante el trabajo de todos los profesionales que están formados y también humanamente capacitados”.
“Somos un hospital de referencia nacional, el único hospital nacional que queda de semejante magnitud y lamentablemente vemos que va hacia un vaciamiento y que también van apuntando a privatizar sectores. Ya privatizaron limpieza, habían intentado privatizar vigilancia, cocina y comedor. Ahora trabajan empresas privadas en mantenimiento, y después se van a ir terciarizando otros servicios, como los que hacen estudios, servicios de asistencia al paciente”, sumó la trabajadora del área técnica.
Respecto a la salud pública en general, plantearon en consonancia: “Hay faltantes de vacunas, no sólo de fiebre amarilla. Se viene desabasteciendo todo lo que es estrega de vacunas y medicamentos en el ámbito nacional y provincial. Quedó en evidencia ante esta alerta de epidemia de fiebre amarilla. Por ejemplo, hay 2 mil personas haciendo la cola al sol y hay sólo 300 vacunas. Se viene quitando el valor que se tenía a los pacientes. También hay problemas con entrega de medicamentos para diabetes, atraso en entrega para pacientes de HIV. Hay una política en la que cada vez van a ir cubriendo menos programas sociales”.
“A raíz de que se difundió nuestra pelea se comunica gente de todos los hospitales del país con nosotros y nos cuentan que se están cayendo programas de los que dependen un montón de trabajadores y que a su vez dan asistencia social a un montón de gente que está esperando su atención”, especificaron.
En esa línea, Angélica Brites puntualizó: “Nuestro reclamo no es sólo por nosotros, sino que apuntamos principalmente al tema de la salud pública. Acá hay una política que hace diferencia entre el que tiene y el que no tiene, se busca que el que menos tiene se arregle como pueda”.
Consultadas respecto al depliegue policial, describieron que conviven en el hospital con Policía Federal, Gendarmería y la policía provincial. “Prácticamente están para ver que hacen los amparados”.
Desde julio, cuando quisieron extenderles la jornada laboral y presentaron un amparo, formaron la agrupación Cairo y Fraga, quienes fueron enfermeros desaparecidos en la dictadura. “Entonces como comenzamos una lucha por la que ellos dejaron su vida, por la defensa de la salud pública, tratamos de hacerles honor”, definieron.
“Entre los 122 despedidos están algunos de la agrupación, algunos delegados, algunos con tutela sindical porque habíamos sido candidatos a las elecciones. Somos un gran número de compañeros que veníamos dando pelea hace mucho en el hospital para no perder derechos y por el pase a planta. Entonces en el número que había que despedir, que vino del Ministerio de Modernización, metieron toda una tanda de compañeros luchadores. Que es una especie de disciplinamiento al resto”, agregó Almirón.
El hospital Posadas fue un centro clandestino de detención. “Hay una causa que se llama Causa Posadas. Fue parte del circuito represivo del oeste en la dictadura y se llevaron 11 compañeros que están desaparecidos”, refirieron. Entre ellos, los dos enfermeros que son insignia de su agrupación –Cairo y Fraga- y también el doctor Roitman, cuyos restos aparecieron hace poco más de un mes enterrados en el predio del hospital.
“Por eso para todos los trabajadores el hecho de que el hospital esté militarizado, ver el despliegue de Infantería subiendo por las escaleras del hospital el día de los despidos por ejemplo, es tan grave. Nos remite a la dictadura, a un hospital donde todos los días los militares te pedían documento y revisaban tu cartera para ver si podías pasar o no y se fijan en una lista si te chupaban. O, como en el caso de Fraga, lo van a buscar a su lugar de trabajo. Como estaba medicando a un paciente, él les dice que va a ir pero que esperen que termine de medicarlo. Y fue lo que pasó. Y nunca más apareció. Para nosotros es muy sensible este tema”, incluyó Almirón.
Al cierre, coincidieron en la importancia de seguir adelante con las reivindicaciones y buscar las reincorporaciones. Parte de esa lucha sindical tuvo lugar en una jornada de manifestación el martes pasado en la que hubo cortes de calle en la zona del Posadas y paro en distintas dependencias de salud provinciales y nacionales con apoyo de distintos sindicatos.
“Nosotros somos trabajadores de la salud, estamos defendiendo la vida de nuestros pacientes. Y somos muchos los que estamos pasando por esta situación, hace un mes despidieron 10 compañeros más. No somos sólo nosotros, somos Fanazul, somos Senasa, el Ministerio en La Plata, ahora vienen los docentes”, enumeraron. Y analizaron: “Vienen por todo, buscan precarizar. Tenemos que unirnos y dar pelea a este Gobierno. Ya sabemos a dónde apuntan estas políticas. El pueblo tiene la fuerza y los derechos”.
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