
Santiago Galeano, secretario general adjunto de ATE del Ministerio de Ambiente y espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires, dialogó en Abramos la Boca para denunciar que los empleados del Gobierno de la Ciudad fueron presionados a realizar campaña para Juntos por el Cambio y luego interpelados por su voto. «A nosotros nos llegó la información por compañeros que no están afiliados al sindicato. Con los que están afiliados se cuidan más y sobre todo con los que son de planta permanente».
Entrevistado por Mauro Cavallin y Camila Hernández, manifestó «hay muchos compañeros y compañeras contratados que tienen miedo que revelen sus identidades y los expongan, por eso lo complejo de la denuncia. Ya venía pasando durante la campaña. La gota que derramó el vaso fue, que después de las PASO iban a las oficinas. Uno de los gerentes y subgerentes, juntaban a la gente para preguntarles, uno por uno, por quiénes habían votado y por qué».
«Nos llama la atención, que usen las oficinas del Gobierno de la Ciudad como su local partidario. Además, cuando te convocan a reunión y te piden que vayas a timbrear o volantear, no es lo mismo que te lo diga tu compañero que tu jefe. Y que lo hagas bajo el lema, ´aquel que no colabora no sirve y el que no sirve se va´«, expresó Galeano.
Asoció estas prácticas al contexto político que se vive en el país: «es importante, no es lo mismo un gobierno fortalecido que un gobierno que virtualmente perdió la nación, la provincia y que tiene muchos problemas en la Ciudad de Buenos Aires. Ellos están asustados y hacen ese tipo de desprolijidades».
Respecto a las medidas que tomarán «nosotros nos comunicamos con las autoridades de la Subsecretaría de Vías Peatonales y pedimos una reunión. Nos dijeron que no avalaban ese tipo de prácticas. Pero lo que estamos pidiendo es que hagan algo al respecto. Pedimos que cesen estas prácticas y que se remuevan a los funcionarios que están involucrados, eso respecto a la negociación colectiva y el lugar de representación que tenemos nosotros en el Gobierno de la Ciudad como sindicato. Después está la discusión legal. A la gente que se nos acercó les planteamos de que si querían ir más allá es más difícil, porque están con el constante temor de perder el trabajo».
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