Son más de 15 mil personas con VIH que están afectadas por la falta de medicamentos. Este mediodía se manifestaron frente a la Secretaría de Salud de la Nación. Profesionales y organizaciones populares acompañaron el reclamo. «No hay más tiempo», alertaron.
«Están quitando las pensiones por discapacidad a las personas con VIH, les están haciendo venir más de una vez por mes, siendo que no tienen dinero ni para trasladarse para ir al hospital a buscar cajas de medicamentos que se la dan fraccionada, lo cual es un delito. ¡ Es un delito fraccionar medicamentos, la caja debe ser entregada entera, no puede ser un blister para uno y un blister para otro !. Los tratamientos tienen nombre y apellido por expediente. Además nos están cambiando tratamientos porque no han comprado. Especulan y si pasa, pasa», afirmó el militante del colectivo LGBT Alex Freire.
«No sólo falta medicación sino también reactivos para medir la cantidad de defensas o la cantidad de virus. En algunas provincias los pacientes tienen que empezar a pagarse sus estudios», explicó la médica del Hospital Muñiz Gabriela Piovano en comunicación con Radio Gráfica. «La posibilidad de estar bien depende de la adherencia al medicamento y de poder sostener diariamente tomar la pastilla. Así que si me dan quince pastillas, en vez del tratamiento de un mes, tengo que ir dos veces. Muchas personas se han quedado sin la pensión no contributiva que servían, por ejemplo, para poder transportarse y buscar los tratamientos. De no tomarse todos los días la medicación, continuó Piovano «puede ocurrir lo que llamamos la falla virológica, que es la resistencia del virus al tratamiento que vos ya venías recibiendo y con el que estabas cómodo, con el riesgo que te vuelvas a enfermar».
En la concentración estuvo el ex-ministro de salud Daniel Gollán que dio cuenta del doble impacto en la calidad de vida: «La mala alimentación, el estado de stress permanente , la angustia, la depresión que estamos viviendo masivamente, es archiconocido que bajan las defensas. Por lo tanto es un combo muy peligroso, porque ante una situación de tristeza y encima no tenemos el medicamento. Por partida doble se está exponiendo toda la población que necesista estos medicamentos a que realmente tenga problemas serios«.
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