Federico Kaski, médico sanitarista y vicepresidente de la Fundación Soberanía Sanitaria, conversó con Desde el Barrio acerca del brote de hantavirus que se está registrando en varios puntos del país.
En comunicación con Carla Pelliza, Kaski comenzó por explicar que «el hantavirus es una enfermedad transmitida por un virus, de la variedad de las zoonóticas, es decir que son transmitidas a los seres humanos por animales vertebrados. En este caso la transmisión del virus se realiza por un ratón de cola larga que es el reservorio natural del virus, su hábitat natural. Este roedor una vez que se infecta elimina el virus en sus excreciones, como saliva, orina o materia fecal. El contacto humano con estas excreciones provoca la infección. El contacto puede ser por contacto de la piel o las mucosas, pero además el virus se aerosoliza cuando se secan las excreciones y volatiliza en el aire. Por lo tanto puede ser también inhalado y esa es la vía más frecuente de contacto«.
Luego el médico indicó que «hay una serie de cuidados para prevenirlo. No todos los roedores son transmisores, sino una variedad que habitualmente se encuentra en zonas rurales. Se pueden acercar a las viviendas en determinadas temporadas del año, o puede pasar que las personas vayamos al hábitat del roedor. En estas situaciones es donde hay que tomar especiales recaudos, como no acampar. Si hay que hacerlo obligatoriamente es recomendable hacerlo en carpas que tengan cierre y piso, y no dormir en contacto directo con el suelo. No hay que dejar los alimentos expuestos, sino en recipientes rígidos y herméticos a prueba de mordidas de roedores, desechar la basura en tachos que cierren y que no puedan ser abiertos, y tener el pasto bien cortado en un radio de treinta metros alrededor de las casas y evitar las acumulaciones de madera o paja, que pueden favorecer lugares para que aparezcan madrigueras«.
Finalmente Kaski señaló que «hasta el momento hay veintiocho personas infectadas, once han fallecido, y ochenta y cinco que están en aislamiento porque estuvieron en contacto con algunas de las infectadas. Lamentablemente ese aislamiento fue una decisión judicial que se tomó haciendo uso de la fuerza policial en vez de ser una medida sanitaria del Ministerio de Salud de la Nación, que es el que tendría que haberse puesto a la cabeza de esta situación. Desde la Fundación Soberanía Sanitaria estamos trabajando en un informe que analiza la situación pero que además aborda lo que han sido las políticas públicas desde 2016 y los feroces recortes presupuestarios en áreas muy sensibles para el control y la prevención de esta enfermedad. Estamos hablando de recortes cercanos al 80%«.
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