Alicia Castro, ex diputada y ex embajadora ante la República Bolivariana de Venezuela y el Reino Unido, conversó con Patria Grande Latinoamericana acerca de los últimos acontecimientos políticos de Brasil y de la política en torno a las Islas Malvinas del gobierno de Mauricio Macri.
Castro caracterizó a la situación brasileña como «un acto de revancha feroz. El golpe contra Dilma Roussef, que había sido electa un año antes por cincuenta y cuatro millones de brasileños, fue institucional y parlamentario. Ahora le sigue la última fase, el golpe judicial. No se perdona la ampliación del MERCOSUR con Bolivia y Venezuela como miembros observadores, ni la constitución de un organismo regional sin la tutela de los Estados Unidos como es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC)«.
La entrevistada también opinó que «en la eventualidad de una proscripción de Lula, me imagino y espero que el pueblo brasileño se vuelque a las calles. Es el único que puede ponerle límite a este desmadre. Ahora, ¿se puede llamar a esto democracia? No, esto equivale a los golpes de estado del pasado. Cuando no gustaba un gobierno popular se tomaba el poder con la fuerza de las armas, se dictaban los sucesivos comunicados, se ejercía el terror, lo que vivimos y creíamos superado. Esta es la nueva forma. La que algunos llaman golpes blandos o blancos, pero siguen siendo golpes, que apuntan contra el proyecto de unidad regional. Ahora tenemos en la región verdaderos del imperialismo y la desintegración nacional, como Macri. Ni siquiera se puede hablar de neoliberalismo. Ni es neo, nuevo, ni es liberalismo económico, es fascismo económico y social, por su forma de tomar el poder y el objetivo de entregar nuestro territorio y nuestros recursos«.
Finalmente Castro consideró que la política de Macri para las Malvinas «es un tremendo retroceso. Es la metáfora de la política exterior del gobierno nacional, con una idea geopolítica que pone nuestra soberanía en riesgo. En septiembre de 2016 el ex vicecanciller argentino Carlos Foradori junto con el vicecanciller británico Alan Duncan firmaron un acuerdo en el que la Argentina se comprometió textualmente a remover todos los obstáculos al crecimiento del desarrollo sustentable de las islas en lo que se refiere a pesca, navegación e hidrocarburos. Es decir, se firmó la cesión la explotación de petróleo a los ingleses. La forma de remover los obstáculos a la que se refieren ellos es tratando el tema de la soberanía. Este gobierno soslaya este aspecto y esta dispuesto a entregar recursos naturales y la proyección antártica«.
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