José Sbatella, ex titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), dialogó con Punto de Partida acerca de la trama política detrás del caso Iron Mountain, la falta de avance en la causa, así como de los cambios que el gobierno de Mauricio Macri está operando en el área de control de operaciones financieras.
Sbatella explicó que casos como el de Iron Mountain «quedan a la espera de la acción de los jueces y fiscales que les tocan. En todas ellas los acusados buscan dilatar el proceso hasta obtener la prescripción del caso. Así se genera la impunidad. En este caso el agravante es que engloba a casi todos los actores del actual gobierno argentino, muy ligado al esquema de dominio financiero mundial. Hubo situaciones casi idénticas en Estados Unidos y Gran Bretaña, donde empresas investigadas quemaron intencionalmente documentación y luego alegaron perjuicios por el incendio y por la investigación contra ellos por lavados de fondos. Entonces lo que es importante es que este caso de quema de pruebas tiene detrás una empresa que ya había sido denunciada por la AFIP y cuyas casas matrices están radicadas en paraísos off-shore».
Respecto del papel de la justicia Sbatella preciso que «estas situaciones requieren una voluntad muy fuerte del poder judicial. Como las jurisdicciones donde están las pruebas se localizan en paraísos fiscales, los pedidos de exhortos no tienen posibilidad real de respuesta. Por lo tanto hay que presumir que se trata de dinero que no se puede explicar, como en el caso de los Panamá Papers. La falta de colaboración del Poder Judicial se agudiza en nuestro país con el desguace de la UIF y su descentralización institucional entre diversos ministerios. Pensemos que en el fondo es un órgano de inteligencia, necesita estar coordinada y unida».
Finalmente Sbatella opinó sobre el futuro de este tipo de investigaciones al afirmar que «se está deshaciendo el esfuerzo de seis años para alcanzar un estándar internacional en combate contra el lavado de activos. No es casual que nuestro país haya llegado a la presidencia del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), por el impulso que le dimos a la tarea. El actual gobierno usufructúa las pociones ganadas, pero vemos que en el futuro las auditorías globales van a demostrar que se desarticuló todo el sistema de control».
MG / GF / RG