El “Chino” Laborde es, por muchos motivos, uno de los máximos referentes del tango actual: extraordinario cantor, creador de un estilo y una estética, fue también presentador y protagonista del último programa de tango que se transmitió -hasta ahora- por la televisión abierta: “Tango, pasión argentina”, miniserie documental que recorre la historia del género hasta nuestros días. Y el “Chino” estuvo, por primera vez, en “Queda la Palabra” y habló de todo, empezando por su descubrimiento del tango, gracias al abuelo bandoneonista (¡y herrador de caballos!), de su infancia impregnada por la música y la política (Laborde padre era gremialista), del fútbol (llegó a jugar en la primera de El Porvenir) y luego del rock (y su fanatismo por Kiss).
“A los 20 años cantaba en fiestas privadas y cantobares, temas de Ricky Martin, algo de rock nacional… Vivía de eso, estaba bien, pero me sentía vacío… ¡Yo tenía que cantar tangos!”. Y así, a mediados de los 90, toma la decisión fundamental: será cantor de tangos. Laborde recordó aquellos comienzos con la orquesta “Fernández Branca” (luego rebautizada “Fernández Fierro”), la impronta rockera, el talentoso desparpajo y, al mismo tiempo, su laburo como cantor de la tradicional Orquesta Típica Sans Souci; y el “Chino”, cual Jekyll y Hyde, dejando su sello en ambas agrupaciones. También hubo tiempo para repasar su carrera actoral, sus actuaciones bajo la dirección de Campanella en “Luna de Avellaneda” y “Vientos de agua”, y su participación en aquella fantástica obra que fue “El romance del Romeo y la Julieta”. Ya finalizando el programa, el “Chino” dejó una primicia que lo pone muy feliz: en poco tiempo volverá a hacer teatro, junto a Roxana Fontán y a Claudio Garcés, en una obra basada en la vida de Homero Manzi.
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