Así lo afirmó Ricardo Ragendorfer, periodista especializado en temas policiales. En comunicación con Lucas Molinari en Punto de Partida, el autor de La Bonaerense profundizó en relación con la fuga de los hermanos Lanatta y Schilacci: «Para Cambiemos y el flamante gobierno bonaerense la fuga es un hecho inoportuno. Sucedió en un momento en el cual la gobernadora Vidal y el ministro Ritondo no habían efectuado la transición de autoridades del Servicio Penitenciario. Mas allá de las hipótesis que se barajan, esto es un intento de Servicio Penitenciario de marcarle la cancha a las autoridades. Generalmente, cuando se producen fugas de éstas características hay dinero entre fugados y facilitadores, que en este caso serían las autoridades del penal de General Alvear. Lo curioso es que en condiciones precarias, estos evadidos prolonguen su fuga a pesar de ser buscados por todas las fuerzas federales de seguridad. Por un lado está quien banca esta fuga, y por otro la incapacidad de encontrar estas tres personas que no tienen estructura para prolongar su fuga»
Ragendorfer agregó: «Esta gente, evidentemente, tuvo una relación a lo largo de buena parte de su vida delictiva con sectores de la bonaerense. De hecho, si nos remitimos como caso testigo, la operación de prensa que a través del programa de Jorge Lanata acusándolo a Anibal Fernández, el otro acusado , Salerno, ex empresario farmacéutico y ex policía bonaerense, agregamos otro hecho. Scilacci estuvo vinculado a una banda mixta de secuestradores extorsivos al cual se le adjudica el secuestro del empresario Vergara, del cual siempre se habló de la participación de un sector policial. Así como hay una relación entre la policía bonaerense y el crimen organizado en la provincia. La presunción del lazo entre los evadidos y la policía bonaerense no es suficiente para determinar con exactitud quienes son los uniformados que bancan la fuga. En estos momentos, no debe haber muchos policías que banquen la fuga y la prolongación de la misma mas que a complicidades a la incapacidad de la búsqueda. Mientras rodeaban Ranchos, estos se fugaron a Quilmes»
Finalmente, Patán dio cuenta de la operación del ministro Ritondo al vincular a Aníbal Fernández a la fuga: «Me parece algo torpe de su parte. Ya está absolutamente establecido y comprobado la ajenidad de Anibal Fernandez sobre la efedrina. Las acusaciones son inverosímiles. Fernandez, desde el puesto ejecutivo que ocupaba en el momento del triple crimen, fue uno de los funcionarios que tomaron medidas concretas para aplicar medidas restrictivas para la importación de la efedrina. Con respecto a la insistencia de Ritondo de enfriar el impacto papelonesco la fuga de los tres muchachos, además de no ajustarse a los hechos es una manifestación de torpeza que entra en un duelo verbal con una persona que tiene una lengua mas filosa que la suya»
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