Lorena Putero, economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz, fue consultada en el Especial Radio Gráfica dedicado a la Vivienda. En relación a un informe que realizaron, reveló que buscaron «analizar la vivienda desde la visión del mercado inmobiliario».
En diálogo con Gabriel Fernández, Carla Pelliza y Lucas Molinari, la investigadora comentó que pudieron observar que «el mercado inmobiliario ya sea en alquileres o en venta de inmuebles está totalmente separado de cualquier medición de inflación y está teniendo un crecimiento especulativo tremendo».
«Un dos ambientes en la Ciudad de Buenos Aires para alquiler estaba en promedio $1100 en 2009, hoy está $2700. Tres ambientes $1490 en 2009 y hoy $3100. Estamos hablando de niveles altísimos de aumento», ejemplificó.
Refiriéndose a los requisitos que pretenden algunas inmobiliarias al momento de alquilar, Putero entendió que «llegan al extremo de imponer condiciones que rozan la discriminación» como «no aceptar personas con hijos o que utilicen bicicletas».
En los últimos años de reactivación económica, en la adquisición de muchos bienes se abrió la posibilidad del pago en varias cuotas. Ante esta condición, Lorena expuso que «nunca pasó con la vivienda. Trabajadores de ingresos medios no tienen la posibilidad de garantizar un uso de los ahorros a futuro en la vivienda» y ante esa imposibilidad de tener bienes durables «si yo no me puedo comprar una casa, me compro el nuevo plasma».
«Cuando hay un aumento de salarios, se sabe que se puede aumentar el alquiler. Ahí tenemos un proceso que acompaña y fortalece a la inflación. Es una especulación», acotó.
En cuanto a la situación habitacional a nivel nacional, expresó que «mejoraron los hogares con mayores problemas. Hay menos personas en viviendas precarias. Se puede ver una mejora en las familias de peores condiciones en cuanto a recursos ya que accedieron a los programas federales de vivienda que se hicieron en el conurbano bonaerense y significaron una mejora a una gran cantidad de gente.Hubo una fuerte política de mejoramiento en el acceso a los servicios. Sin embargo, el hacinamiento de hogares subió, sobre todo en viviendas en buenas condiciones».
Otro tema complejo es el de las viviendas ociosas, se calcula que hay unos 350.000 inmuebles vacíos en CABA. «A nivel nacional hay un 18% de viviendas vacías, en la Ciudad Buenos Aire un 24%», aseguró. A su vez, indicó que«en países de Europa tienen fuertes legislaciones en cuanto la vivienda vacía. Francia, en ciudades con acceso a la vivienda, tiene aumentos progresivos del impuesto que pueden llegar a desvalorizar la propiedad. Terminas pagando tanto de impuestos en 5 años que no te conviene tenerla».
«En la Ciudad de Buenos Aires no hay ningún tipo de legislación», aseveró.
En relación a la segunda etapa de créditos que lanzó el Pro.Cre.Ar, explicó como se empezó a especular también con los precios de terrenos. «Muchas inmobiliarias tenían un precio sin Pro.Cre.Ar y otro, aumentado, para los beneficiarios del programa. Una barbaridad», deslizó.
Asimismo, manifestó que para el éxito del programa «es necesario pensar como vamos a distribuir los grandes campos que están especulando. Retienen el suelo». Ante ese panorama «el Estado debería intervenir con impuestos e incluso la expropiación».
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