Radio Gráfica visitó a Fernando Esteche en la cárcel de Ezeiza, donde junto a Raúl “Boli” Lescano está cumpliendo condena. Se conoce poco el juicio que los encontró “culpables”. El hecho fue el escrache al local partidario de Sobisch en la Ciudad de Buenos Aires en repudio al asesinato de Fuentealba en 2007. El proceso estuvo lleno de irregularidades. Con jueces cuya historia fue perseguir militantes populares, ser partícipes del robo de niños durante la dictadura y ser cómplices del sobreseimiento en casos de estafas millonarias.
Mucha solidaridad vienen recibiendo los dirigentes de Quebracho. Desde el vicegobernador Gabriel Mariotto que los visita mensualmente, estuvieron Luis Delia, Milagro Sala, hasta dirigentes de izquierda partidaria enrolada en el FIT. También en las últimas semanas Humberto Tumini de Libres del Sur se dio una vuelta.
La charla transcurrió por la actual situación nacional: el paro del 10 de abril, la ley “anti-piquete”, el lanzamiento del Frente Amplio-UNEN, los debates en la militancia popular y por supuesto la actualidad de la causa judicial que los tiene encerrados.
Una década ¿ganada o perdida?
Esteche tiene la virtud de llevar la charla mostrando en pleno su pensamiento, sin esconder nada. Su planteo reconoce virtudes del Gobierno Nacional así como también indica que “este modelo profundizó el extractivismo de Monsanto y la Barrick…”. Explica la paradoja de que “los principales beneficiados por este modelo son sus principales enemigos”. A la vez afirma que hay que entender los años recientes a partir de los grandes movimientos históricos. Que “no se puede pensar la Argentina por fuera de la región” y hacerlo “lleva a posiciones coyunturalistas”, concepto con el que caracteriza la construcción del FIT y el recorrido de Libres del Sur.
Se muestra en el mediano plazo optimista: “Estamos en mejores condiciones que los noventa porque esta fue una década de formación política”. Sin embargo afirma “es triste que la década termine con un proyecto securatista como el de Scioli o Massa y eso muestra la debilidad del movimiento popular”.
El paro del 10
Caracteriza con detalle el hecho. Explica que si bien fue un “paro con plataforma electoral” realizado en el marco de “la construcción de un paisaje de desgaste” del Gobierno, también opina que “existen condiciones objetivas para que haya paro, por la degradación de las condiciones de vida del pueblo”. Sobre cómo llegó la izquierda a sumarse a la medida plantea que es por “puro coyunturalismo, porque sólo piensa en su propia táctica de desarrollo”. Y apunta “quiero creer que la izquierda no va por la plataforma del paro”. A su vez se diferencia “en otros momentos tirábamos miguelitos para que haya paro, en cambio el 10 hubo también lock out”.
Así como rescata a la izquierda diferenciándose, polemiza: “lo más grave es la declaración de la progresía que dice qué pasa con los que quieren ir a trabajar… eso es liberal, un alineamiento hacia la derecha”. Y apunta “el kirchnerismo está intoxicado de esta lógica”.
Kirchnerismo en repliegue
Su opinión sobre la ley de regulación de la protesta social propuesta por el FPV, más conocida como la “anti-piquete”, es una pregunta a la que Fernando contesta rápido: “combatir a la derecha con argumentos de derecha implica el repliegue de los sectores progresivos del kirchnerismo”. De cara al 2015 indica que existe un “cálculo oportunista” y un “voluntarismo” en aquellos sectores militantes que se plantean apoyar “candidaturas mixturadas”. “Se trata que desde la gestión se pueda lograr permanencia, se pueden garantizar estructuras… pero eso no es construcción de poder”, afirma. Y deja un planteo para un debate que existe en muchos espacios políticos de cara al futuro próximo… “¿Quién dijo que al imperialismo le interesa la gobernabilidad?”.
Frente Amplio UNEN y Libres del Sur
Consulado por el Frente recién constituido Esteche plantea que es una “Alianza gorila” y que entiende la postura de integrarlo por Libres del Sur “de la misma forma que fueron parte del kirchnerismo, con la lógica de la acumulación propia y una fuerte autoestima”. Sin embargo pone en la balanza “no es distinto el mosaico dentro del kirchnerismo: Urtubey, Insfran, entre otros” y pregunta “¿Cuál es la diferencia entre aliarse con Binner y aliarse con Scioli?”.
La disputa en la calle
“El repertorio de protesta” afirma “tiene relación con la herramienta que tenés. Hay bolsones de argentinos desocupados, tercerizados todavía. El piquete está asociado a las grandes deudas de la democracia. Y un Gobierno que dice inclusión… bueno eso se da desde la calle…Porque el Estado es un espacio de disputa. Sino ¿cómo se da la pelea por la tierra, por los alimentos para un comedor”. El problema que plantea es que “ellos (por los funcionarios) creen que el Estado es una gran familia donde hay un padre que te da”. Por eso, afirma, “la gran debilidad del kirchnerismo es haber abandonado la calle”.
Tareas de la militancia
Habla del documento del “Foro de Convergencia Empresarial” y afirma “eso es los noventa”. “Directamente hablan de que el Estado no intervenga” comenta y se indigna por la soltura con la que estos grupos económicos hacen política.
Indagado acerca del rol de la militancia en esta etapa, plantea: “Sostener niveles de conquistas, ser la línea de contención ante ofensivas, aguantar los trapos como dijo la propia Cristina y el mismo Chávez”. En este sentido afirmó “creemos en el poder constituyente del pueblo, el soberano es el pueblo”.
La causa a la CIDH
La apuesta de Fernando, el “Boli” y todo Quebracho es la presentación inminente patrocinada por la Universidad Nacional de La Plata ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La “falta de acceso a la justicia” y la falta de “debido proceso” será la argumentación para ir contra el Estado argentino. “Seguramente van a apelar”, explican los referentes.
Al cierre de la entrevista y después de compartir unos mates nos despedimos con una conclusión obvia en boca de estos compañeros, la única salida al caso es política, en una Argentina donde hay otros juicios contra referentes populares. Es el caso de Lito Borello, Luis Bordón y Luis Delía que van a afrontar un juicio oral por la toma de la comisaría 24 de la Boca en 2004 tras el asesinato de Martín “Oso” Cisneros. Es también la situación de Roberto “el negro” Martino, dirigente del MTR, que está acusado por el escrache frente a la embajada de Israel en 2009.
Una carta que empuja a la acción
El “Boli” Lescano escribió para el 17 de abril, día internacional del preso político: “Espero, junto a mi compañero Fernando, que nuestra prisión no resulte cómoda para la militancia popular. La tomamos como es: una revancha de los sectores neoliberales derrotados en el 2001. Hoy se corporiza en nosotros, pero vienen por todos. Frenarlos dará pie al pueblo para resistir y defender los derechos adquiridos y conquistados durante estos 13 años».
LM / GF / RG
* Lucas Molinari – Punto de Partida / Radio Gráfica
