Pedro Páez Pérez, Superintendente de Control de Poder de Mercado del Ecuador y ex Ministro Coordinador de la Política Económica en ese país, dialogó con Punto de Partida sobre el ballotage presidencial de este domingo 2 de abril en Ecuador, que definirá si continúa el proyecto político actual con Lenín Moreno o si se va hacia un cambio liberal conservador de la mano de Guillermo Lasso. Además, al ser uno de los principales ideólogos del Banco del Sur, se refirió a ese proyecto, al mundo financiero internacional y a la necesidad de hacer real “el sueño de la patria grande”.
“La idea de realizar una transformación social en el país se está afirmando y se ha manifestado con coherencia en esta década. La expresión que se da en este momento es con el referéndum de febrero pasado, donde hubo 60% de votantes, es decir, hubo una gran participación del pueblo, que intenta vetar a cualquier funcionario que tenga recursos en las off shore”, explicó el ecuatoriano. “La respuesta que da el pueblo ecuatoriano es una evidencia de la madurez política”, sumó.
“Es una medida muy eficaz para combatir la corrupción. Se deja sin piso a una cantidad de maniobras de soborno. Se convierte en un mecanismo fácil para recuperar soberanía macroeconómica, permitiendo que haya un mecanismo más equitativo para el manejo de política fiscal con el fin de cerrar la puerta a la evasión de la regulación de las diferentes ramas económicas”, detalló sobre esa medida.
Luego afirmó que “en el marco de una crisis mundial que se nos viene al continente, es evidente que el desafío es enorme”. En esa línea, consultado sobre los negocios off shore del candidato Lasso, planteó que la situación respecto de ese sector de la oligarquía “es verdaderamente problemática”.
El desafío electoral en Ecuador se torna determinante para la región latinoamericana en aras de lo que sucede en las políticas económicas, que son de ajuste, en países como Argentina y Brasil. Páez dijo en ese sentido que los pueblos “tienen una visión distorsionada de lo que pasa en países hermanos, porque los medios de comunicación de mayor influencia siguen mostrando una imagen `rosa´, en vez de mostrar lo que realmente pasa”.
“Los pueblos tienen que asumir los riesgos que hay, estamos hablando de una restauración conservadora, que no tiene nada que ofrecer. El neoliberalismo demostró que debilitó el desarrollo productivo, dejando desempleo y una ruptura de los elementos de la cohesión social”, planteó el funcionario.
Sobre el proyecto del Banco del Sur para la región, analizó: “La situación es muy lenta porque hay una gran presión de la oligarquía”. “Paradójicamente ahora que sopla el viento del otro lado, es hora de la unidad latinoamericana. La velocidad y ferocidad con la que se están dando los acontecimientos, es degradatoria. América Latina está en una situación muy vulnerable”, agregó.
Hacia el domingo, día del balotage presidencial, auguró: “Nosotros estamos muy optimistas de la acción del pueblo, pero estamos preocupados porque los sectores oligárquicos no van a descansar hasta no ver sangre. Acá tiene que ser clarísimo que cualquier ruptura de la institucionalidad democrática va favorecer la agenda desestabilizadora. Hay que apostar a la paz”.
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