El sábado 31 de enero pasado comenzaron los corsos en la ciudad, y el de La Boca tiene su tradición. Es especial, distinto. Con el color de sus disfraces y el sonido de las zambombas. Pero este año le sumaron tribunas. Un Corsódromo, como lo bautizaron. Cuatro cuadras de tribunas en Avenida Pérez Galdós, entre Almirante Brown y Pedro de Mendoza, para reavivar una hermosa tradición popular.
En Desde el Barrio invitamos a Facundo Carman, histórico referente de «Los Amantes de La Boca», la murga más numerosa del barrio, quién comentó las expectativas generadas: «Son muchas las instituciones que están organizando el corso. Es algo difícil porque son once noches. El sábado próximo se esperan ocho mil personas y tiene que salir todo impecable, sin desmanes. Para eso necesitamos la colaboración de todos los vecinos y organizaciones. Son cuatrocientos metros de corso, albergando a miles de vecinos«.
Consultado por Carlos Aira y Carla Pelliza, Carman visibilizó todo el trabajo que realiza su agrupación murguera: «Los Amantes trabajamos todo el año preparando la fiesta mayor que es el carnaval. Este año con muchos nervios por el control de calidad que tenemos que mantener: cantidad de gente, instrumentos, calzado y vestimenta. Esta bueno porque levanta mucho el nivel general».
Añadió que «Los Amantes de 2015 no tienen nada que ver con su versión, por ejemplo, de 1998. Hemos mejorado en la calidad de las voces y los apliques. Hoy somos cuatrocientos integrantes, todos con guantes y zapatillas blancas, con más de diez apliques y brillantes en cada traje. Es un esfuerzo enorme, quiero reiterarlo, que lo podemos solventar porque somos muy ordenados con nuestras finanzas. Aparte, nuestro trabajo es comunitario. Los más chicos trabajan los apliques. Los más grandes en los talleres. Nosotros tenemos un presupuesto diario de 15.000 pesos, en los cuales hay que contar alquiler de micros y viandas para todos. La murga se mantiene con números ordenados y trabajo cooperativo».
Carman nos detalló que «existe un presupuesto que llega desde la Secretaría de Cultura en el marco del armado de carnaval. Ese presupuesto se divide según la cantidad de gente que tengas y como te calificó el jurado durante el carnaval pasado. Nosotros somos quienes más cobramos porque somos la murga con más integrantes, pero hay una injusticia porque el último escalafón sería «murgas de más de ciento cincuenta personas», y nosotros somos cuatrocientos. Nos siguen «Los Chiflados de Boedo» con doscientos cincuenta integrantes. Por ende, el valor de un artista de carnaval de La Boca es menor al de otros barrios».
Facundo Carman, murguero desde 1975 cuando salió por primera vez con una agrupación llamada «Los Tutti Farra», nos relató la historia reciente del corso de La Boca: «Antes había carnavales multitudinarios en el barrio. El de Patricios, Olavarría o Almirante Brown. Durante la dictadura estuvieron prohibidos los carnavales en Capital. Con la democracia el ambiente carnavalero llegó empobrecido. Tanto que en toda capital tan sólo había diez murgas. En los ochentas aparecieron algunas agrupaciones en el barrio, como Los Payasos de La Boca, Los Angeles Xeneizes, pero los corsos eran muy malos y con poca gente. Recién en los noventa aparecieron los talleres de murga, que fueron acercando a los vecinos. Nosotros retomamos una tradición muy lastimada».
Desde el 31 de enero hasta el 14 de febrero, están todos invitados al corsódromo de Pérez Galdós. Vuelve la fiesta popular a La Boca. Vuelven los carnavales.
CA/GF/RG