Mariano Fraschini, Doctor en Ciencias Políticas y docente de la UBA y de la Universidad Nacional de San Martín, realizó su tesis doctoral sobre Hugo Chávez. «En el epígrafe de una introducción señalo que en un encuentro con una caraqueña en la calle ella me decía: ´Nosotros antes de Chávez éramos invisibles´. Cuando estás en Venezuela y hablás con chavistas y antichavistas, te podés dar cuenta de la dimensión de ese liderazgo, del cambio en la vida cotidiana de los sectores populares antes y después de Chávez: los que vivían en los cerros, cerca de la gran ciudad, pero no podía llegar a la Ciudad, con posibilidades muy remotas de educarse y de tener una institución hospitalaria cerca de su casa, viviendas muy precarias, -relató Fraschini, entrevistado por Sin Zonceras-. Lo de Chávez fue un proceso revolucionario que cambió la forma cotidiana de ese habitante del suburbio y de los cerros, donde viven los sectores populares en Venezuela. Es ahí donde radica el cariño de los sectores populares; un giro de 180° en cuanto a una ampliación de derechos económicos y sociales inéditos para este país».
El politólogo recordó que «el ascenso de Chávez se da en un país que de 1958 a 1989, que es la primer crisis que sufre el Pacto de Punto Fijo (pacto entre los dos partidos tradicionales Acción Democrática y COPEI, que desde 1958 alternaban en el Gobierno). Hablamos de una democracia consolidada en los ´60 y ´70, cuando en América del Sur la cosa estaba muy fulera, -opina Fraschini-. Sin embargo, en 1989 sufre el caracazo, la irrupción de los sectores populares, luego de que el Gobierno de Carlos Andrés Pérez inicia un proceso neoliberal, de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional. Y este reclamo de los sectores populares tiene un correlato directo con 1992, tiene un cierto acompañamiento del Pueblo». En ese sentido, el docente destacó que «en cárcel Chávez es visitado por multitudes que ven en él una esperanza, y, cuatro años después de que sale, gana con el 56% de los votos en la primera instancia de elección que se presenta».
Para entender el rol del ejército en Venezuela, Fraschini explicó que «Chavéz proviene, como sucede con todos los militares en Venezuela, de sectores populares. La carrera militar era una carrera de ascendencia social. En los años ´70 se hicieron reformas en el ejército, pusieron a los miliares de cara a la sociedad. Pudieron, por ejemplo, estudiar en Universidades públicas, y esto generó un quiebre en estos grupos, entre los que estaba Chávez, -sostuvo-. También generó un cambio hacia el interior de las Fuerzas Armadas. No en los niveles más altos, pero sí en la oficialidad. Esa oficialidad fue la que en el año 1992 salió a la Palestra y que ya había estado presente en el ´89, porque muchos se negaron a reprimir la protesta del caracazo. Esa oficialidad abierta a la sociedad y comprometida, es la que hoy ocupa los lugares centrales».
En relación a las comparaciones entre el peronismo y el chavismo, Fraschini afirmó: «Yo encuentro una clara simetría entre ambos proceso, aunque sea difícil extrapolar ambas sociedades, pero hay muchas aristas. Porque el chavismo fue profundamente integrador, como fue el peronismo de los 40 y 50. Se integraron a sectores sociales que nunca habían participado de la vida económica, política y social». El politólogo afirmó que «aunque Chávez reivindique el socialismo en el siglo XXI, era profundamente peronista. Y lo que sucede hoy es un proceso similar al de la Revolución Libertadora. El típico revanchismo de las oligarquías latinoamericanas, revanchismo de clase. Lo que hoy se observa en Venezuela es un odio de los sectores de clase media y alta a los sectores populares que ascendieron, el mismo odio que se sintió acá con la caída de Perón».
JC / GF / RG