Esta mañana padres y docentes se concentraron en las puertas del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires. Le reclamaron al ministro Esteban Bullrich que se le asegure la vacante para el ciclo lectivo 2014 a los 17 mil chicos que aún no la tienen asignada.
Leda, es madre de un nene de dos años que todavía no cuenta con un lugar asegurado en una institución de educación pública, se convocó ante las puertas del Ministerio para exigir respuestas por parte de las autoridades y fue entrevistada en Desde el Barrio.
«Mi caso es para sala de 2. Lo inscribí como pedían ellos, pero desde el primer momento me dijeron que no me podían dar la vacante y que reingresara al sistema a ver qué había. Lo hice. Eso fue el 10 de diciembre. La opción que se me daba era una vacante en La Boca que no me quedaba cómoda pero, como no entendía mucho lo que estaba pasando, la acepté. Sin embargo, cuando voy al Jardín a confirmar el lugar para mi hijo me dicen que esa vacante no existía, que era imposible porque ellos no tenían vacantes. Era el jardín del Hospital Argerich», contó Leda.
Luego de esta situación, comenzó con los reclamos para «ver qué podía hacer. Fui a una de estas 15 escuelas que pusieron en el verano para recibir los reclamos de los padres, pero ahí directamente te quieren dar lo que va quedando, es el remanente de las vacantes. Entran al sistema y se fijan qué es lo que queda disponible. A mi me ofrecen un jardín de infantes en Caballito, que queda a 45 minutos de mi casa», explicó.
El funcionamiento del sistema de asignación de vacantes vía Internet es según los distritos. En relación a la mecánica de esta modalidad de inscripciones, Leda comentó que «en la mayoría de los distritos no figura nada, por lo menos en el área de jardines maternales. Van viendo por sector hasta que salta alguno que tiene un lugar y eso es lo que te ofrecen».
Sin embargo, Leda resaltó que los padres pueden negarse a aceptar la vacante que se les ofrece pero que «cuando les decís que `no` te patotean, te tratan mal y te dicen que sos vos la que no está aceptando la vacante que ellos te ofrecen. Entonces hasta te hacen sentir mal, porque nos dicen que las vacantes nos las están dando pero somos nosotros los que no las quieren aceptar».
A pesar de ésto, destacó que «mientras uno no acepte las vacantes se puede seguir reclamando. El problema es que hay mucha gente que por miedo está aceptando lo que ellos ofrecen y ahí ya no hay posibilidad de reclamo. Juegan con el miedo a que los chicos se queden sin la vacante este año».
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