Carlos Elorza es una voz reconocida del campo popular. Más de diez temporadas haciendo El Social Argentino, por Radio Onda Latina. Peronista y riverplatense. Pasiones populares que explicita sin problemas. En Abrí la Cancha, en larga charla con Carlos Aira, se metió en todas las problemáticas de nuestro fútbol y su correlato político.
«La política de los clubes grandes debiera ser cuestión de estado. Manejan un patrimonio emotivo como pocas cosas en nuestro país y eso se pone en juego cada vez que vamos a una cancha o vemos un partido por televisión. Un capital simbólico muy importante. Tanto como un estado provincial o municipal. Un club es producto de cuestiones multicausales, cosas que no dominamos del todo. Por eso, lo maneja el estado o lo maneja el mercado. Y todos sabemos que si lo hace el mercado, la pasamos peor».
«Super Liga es la televisión, la crema del negocio. Pero oblicuamente, detrás del fútbol está el juego bancado. De eso tiene que tomar consciencia el pueblo que busca un oasis para salir de las miserias que vemos provenir de la política. Por eso tenemos que comprender el capital simbólico que hay detrás de nuestros clubes. Determina nuestros estados de ánimo. El fútbol es una herramienta tan poderosa que sirve para cosas muy buenas o muy malas. Para alienarnas o mejorarlas. Lo que no puede hacer el estado es omitir el fútbol«.
«El poder financiero no puede con el amor, como tampoco puede con el sindicalismo y Cristina. Rodolfo D´Onofrio le puede ofrecer a los hinchas de River una nueva cancha, pero esos mismos hinchas no quieren que se toque su templo, porque es nuestro templo. Donde vivimos, gozamos y lloramos. En tiempos donde las concentraciones económicas masacran fidelidades, es una prueba del amor hacia los clubes«
«La pregunta que debemos hacernos es cómo gobernó Julio Grondona. Conocía a todas las personas que se sentaban delante de él y utilizaba un código elemental de las relaciones humanas: si después de una discusión lograban un punto de acuerdo, eso servía eternamente. Lo que vimos luego de Grondona fue el avance de la concentración económica. De la relatividad de cualquier tipo de acuerdo«.
«Grondona conocía la pasión por el fútbol. La condujo y no la adulteró. El tipo se plantó frente al poder económico. Un tipo para estudiar y analizar que nos muestró mucho más a nosotros como somos que cómo enunciamos ser. Hoy estamos viviendo situaciones multicausales, pero sobre todo aspiracionales. Queremos ser lo que no somos y decimos ser republicanos»
CA/GF/RG