El viernes 7 de junio a las 19:30 se presentará en el Hotel Castelar, ubicado en Avenida de Mayo entre Salta y Lima, el libro ´No nos callan nunca más, una historia de libertad de expresión y censura. La disputa adentro de los medios`. Tomás Eliaschev, autor del mismo y secretario de Derechos Humanos del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), visitó el estudio Patrick Rice de Radio Gráfica para anticipar la presentación del libro y algunos puntos salientes de su contenido.
En diálogo con Punto de partida Eliaschev recordó sobre los orígenes de SIPREBA que «en junio de 2013 se empezó a gestar un movimiento desde las bases que rompía con la grieta que se nos proponía entre el anterior gobierno y 6 7 8, y lo que podríamos llamar el ‘lanatismo’, el Grupo Clarín. Nos empezamos a preguntar cuál era nuestro lugar y nos dimos cuenta que la grieta que nos tenía que organizar era la que hay entre trabajadores y empresarios. La unidad a partir de ese eje hizo que obtuviésemos mucha fuerza. Marchamos con más gente de la que esperábamos pidiendo paritarias en el hall del diario La Nación por ejemplo. Sin embargo no salió ni una línea en ningún medio tradicional, ni siquiera para tergiversar la noticia, se nos invisibilizó«.
El entrevistado agregó que «hay una contradicción entre ese momento y lo que pasó el día después del ballotage electoral que ganó Mauricio Macri. La Nación publicó una editorial que comparó a los desaparecidos con los terroristas islámicos, pidió cárcel domiciliaria para los genocidas presos y que no avanzara la investigación a los responsables civiles. Lo interesante es que la reacción en contra fue colectiva, a partir de una asamblea que convocaron los delegados de la comisión interna. Fue un hecho histórico que incluyó una declaración de las Madres de Plaza de Mayo. Siempre vamos a estar en desventaja a la hora de discutir las líneas editoriales, porque en definitiva se determinan por la propiedad de los medios. Pero hay resistencias, momentos en los que trabajadores de prensa logramos hacer escuchar nuestra voz«.
Finalmente Eliaschev destacó «la labor de los delegados de Clarín, porque cuesta organizarse allí. Recordemos que en 2000, con Patricia Bullrich como Ministra de Trabajo, despidieron y reprimieron a más de cien trabajadores, y no hubo democracia ni organización sindical hasta 2012. Había todo tipo de irregularidades por parte de las empresa, y en esa lucha apareció el cuestionamiento a la línea editorial. El trabajo fue muy inteligente porque los comunicados señalaban cómo la empresa no respetaba la ética de trabajo periodístico. Así fue cuando se impidió que Clarín, por pedido del gobierno nacional, no publicara notas sobre el conflicto en Télam. Vencieron la censura. Otro momento a destacar es la pelea de las trabajadoras contra los contenidos machistas que emiten los propios medios de Clarín-AGEA«.
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