El recuerdo de una relación que no funcionó atormenta a Sofía y convierte a su departamento en una deslumbrante selva. Un duelo de lo más salvaje, un territorio tan feroz como vital.
Lo salvaje de Mariana Silva Yrigoyen es una obra que pone en escena el deseo y los anhelos personales. Nacho Ciatti, el director, dialogó en Abramos la Boca y aseguró que “es un viaje a través de los sentidos” y que “invita a reflexionar”.
Luces de led que atraviesan el espacio dan cuenta de los cambios de temporalidad. Pasado y presente se conjugan para relatar juegos íntimos, peleas y risas, pero también conflictos existenciales. “El planteo de la obra es muy realista. Con el dispositivo de led, nosotros intentamos salir un poco de eso y trabajar un planteo minimalista. Tratamos de que, con la menor cantidad de recursos posibles, generar el verosímil. La obra viaja todo el tiempo entre el presente y el pasado. La idea inicial era hacer un cuadrado de luz en donde las cosas del pasado sucedieran dentro y las cosas del presente afuera. Pero el iluminador Santiago Badillo presentó esta idea, como una especie de pentagrama”, expresó Ciatti.
Variaciones rítmicas atraviesan lo salvaje y se entremezclan con un lenguaje poético. Los actores, las notas mùsicales que hacen que eso suceda. “Es la primera vez que trabajo así. En general dejó que el actor arme su coreografìa. Acá, en cambio, hay un trabajo un poco más plástico, un poco más estático, en donde planteó los movimientos, que son muy pocos, pero que en definitiva son de desplazamientos en el espacio”.
La obra se presenta los sábados a las 18 en el Espacio Callejón (Humahuaca 3759).
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