diciembre 17, 2024

Aprender con una empresa recuperada

Aprender con una empresa recuperada

Por Ariel Weinman*

El jueves 2 de agosto en la Sede Piñeyro de la Universidad Nacional de Avellaneda docentes de la materia Trabajo Social Comunitario (TSC) III e integrantes del Colectivo Radio Gráfica presentamos el texto “La praxis popular debate con la ‘eficiencia’ del proyecto de mercantilización del trabajo”, que compila tres producciones escritas de estudiantes de TSC III durante el primer cuatrimestre de 2018 y que forma parte del trabajo de extensión e investigación que la institución universitaria y la emisora desarrollan de forma conjunta.

Esos textos contienen la transcripción escrita de entrevistas a Gabriel Rojas, trabajador de la Cooperativa Gráfica Patricios, a Antonio Panszcyk, jubilado gráfico integrante del sindicato Federación Gráfica Bonaerense y a Marcos Maldonado, Gabriel Fernández y Marcela Portillo, periodistas de la emisora, y también análisis y reflexiones sobre esta experiencia de aprendizaje en movimiento que desplegamos desde el año 2014.

Este género discursivo de habla popular en situación que inauguramos de forma conjunta la UNDAV y los movimientos sociales produce en Radio Gráfica un conjunto de enunciados que coloca como tema central la lucha por el trabajo, la autogestión obrera y la organización colectiva de las clases populares.

La interlocución dialógica adopta una estructuración narrativa singular que no reproduce sin interferencias el habla de la calle, el decir cotidiano, sino que el diálogo con las/os entrevistadas/os se encuentra determinado por la investigación universitaria-popular en contexto, dentro de un género discursivo en el que aquéllos/as escogen las palabras y las oraciones para ir más allá de las apariencias, para producir incisiones discursivas sobre todo lo que se cierra sobre sí en la reflexión sobre las condiciones históricas de producción del trabajo, del lugar de la clase trabajadora en la sociedad y de la organización sindical y política.

Esos enunciados dicen “que los derechos de las clases populares no son un efecto de la gracia divina ni una concesión risueña de los que dominan las relaciones de poder, sino conquistas sociales conseguidas en una historia de luchas que abarcan varias generaciones de trabajadoras/es”, precisamente en el momento en que los propietarios de todas las cosas pretenden arrebatarlas.

Ahora bien, los enunciados producidos en Radio Gráfica indican que esa historia no tiene destino de museo, no está destinada a cristalizarse en discursos que visitarán exclusivamente los especialistas, es decir, no proceden de un pasado muerto y olvidado que debería ser recordado para una efeméride, un epitafio que rememora a lo que ya no es para cancelar en la forma del homenaje póstumo las memorias colectivas. Por el contrario, configuran los ecos de una tradición de lucha de sindicatos argentinos que resuenan en la actualidad en la forma de recuperación de empresas por los/las trabajadores/as, la comunicación popular situada en las clases subordinadas por el capitalismo liberal y colonial, y en el Sur del mundo, la organización política de los sindicatos y movimientos sociales que prefiguran una sociedad nacional con justicia e igualdad social articulada con los otros pueblos de Nuestraamérica en la Patria Grande. Por lo tanto, ese pasado sigue pasando.

Los enunciados producidos en el campo no son individuales o personales por más que los haya hablado una persona, no pueden ser considerados como una combinación libre y espontánea de formas lingüísticas, pues en esas hablas reverberan otros enunciados con la expresividad misma de las luchas colectivas, que dicen todo acerca de cómo llegamos a ser esto que somos. Cada testimonio en el territorio deja ver y hablar los ecos de la cadena enunciativa de la resistencia, la rebelión y la producción que de conjunto constituyen la tradición de lucha de las clases populares frente a las diferentes formas que ha adoptado el capitalismo en el último siglo y medio.

Los testimonios afirman que los sujetos se rehúsan a ser una cifra en la cuenta de gastos de las empresas, que sus salarios se resisten a ser contabilizados en un “déficit fiscal” siempre infinito, y que si reivindican el trabajo como medio de vida es porque los dueños del dinero se los han expropiado, si recuperan empresas no es porque pretenden devenir en empresarios, sino plenamente trabajadores que confrontan con la amenaza permanente de transformar la totalidad de su vida en tiempo de trabajo.

A su vez, los enunciados producidos en contexto discuten con los racionalizadores del capital que ven en cada cuerpo una mercancía y en el dinero el equivalente universal de todas las cosas. Recusan la idea de ser un obstáculo que hay que desmantelar para asegurar la libre circulación del capital bajo la supuesta ley inexorable de la mercantilización universal. Cuestionan la introducción de la tecnología digital para la producción fabril no porque se opongan a los cambios tecnológicos, sino por la sencilla razón que la invención de éstos por parte de los propietarios del capital responde a la finalidad de debilitar y diezmar a la fuerza de trabajo en el proceso de producción. Debaten con los que acumulan dinero sin trabajar bajo el reinado de la valorización financiera, y expresan de manera conclusiva que las y los trabajadoras/es pueden organizar la producción, acrecentar los puestos de empleo y desarrollar empresas rentables, cuando justamente los que se presentan como dueños de todas las cosas efectivizan todo lo contrario.

Al mismo tiempo, refutan las “verdades” consagradas como incuestionables acerca de que las clases trabajadoras no tienen historia, relatando experiencias de contiendas memorables que se actualizan en las palabras “recuperación”, “autogestión”, “propiedad social”, “economía popular”, un glosario, unas declaraciones, en fin, un universo discursivo que les pertenece por derecho propio. También con nombres propios como los de Raimundo Ongaro transformado en un significante de dignidad social y de lucha inclaudicable de los explotados que se confronta con la vida ofrecida como vacío, sometida a la ley de mercantilización de la totalidad de la existencia. Que adquiere un significado singular cuando la historia vuelve a repetirse como la tragedia de la extinción del empleo, la supresión del trabajo y de la industria, y el hambre y la miseria regresan no como fantasma, sino que es la forma cotidiana de existencia de las clases subordinadas por el capitalismo financiero, para constituirse en la persistencia de una deriva empujada por la fuerza material de la experiencia; los testimonios registrados confrontan con aquellos enunciados que colocan por razones naturales a esas clases trabajadoras en el campo de la “barbarie”, incapacitadas por esencia para los saberes de dirección de una empresa y de los destinos nacionales.

La condición de posibilidad de estos trabajos estudiantiles no consiste en la consumación de un espíritu o una Idea, por el contrario, reside en la materialidad de unos cuerpos abocados a un proyecto de investigación en regiones populares, a la sistematización de un trabajo de conocimiento que involucra múltiples y heterogéneas corporalidades en movimiento, y cuyo signo más palpable son estos textos escritos con las manos de las y los estudiantes.

(*) Conductor de Panorama Federal / Radio Gráfica

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