
Con el objetivo de «homogeneizar la Ciudad», el Gobierno porteño impulsó un nuevo Código Urbanístico que buscará modificar el paisaje de la Capital Federal para ir hacia «una ciudad más equilibrada, integrada, que brinde las mismas oportunidades tanto al norte como al sur de la Ciudad, que cuide nuestro patrimonio histórico, que promueva una Ciudad más sustentable, y que se adapte a la realidad actual«, según expusieron.
Fernando Fimognare, titular del Área de Planeamiento, Obras y Espacio Público de la Defensoría del Pueblo, explicó en Desde el Barrio que los códigos urbanísticos reflejan «visiones de ciudad que se van concretando a mediano y largo plazo» y el impacto del cambio «se verá de acá a 15 o 20 años«. Fimognare aseguró que se trata de un proyecto «muy rico» pero que aún debe incorporar algunas modificaciones propias del trabajo en conjunto con la sociedad civil.
En ese sentido, marcó «una carencia de espacios verdes» en la Ciudad y advirtió que en el Código «faltan elementos más reguladores en términos de poder plantear el acceso a la vivienda a sectores a los que les cuesta mucho acceder», en una Capital Federal que tiene unas «300 mil viviendas ociosas».
«La Ciudad es un conjunto de elementos complejos que deben permanecer con ciertos niveles de armonía urbanos, ambientales, de transitabilidad, acceso a la vivienda», entre otros. «Todos los requerimientos son importantes» según el sector del que se trate. «El tema más importante es resolver esa complejidad con la posibilidad de abordar todos los temas que impactan sobre los habitantes de la Ciudad y los 3 millones que vienen todos los días«.
En el contexto de ese cambio, la conservación del espíritu de cada barrio será fundamental. Fimognare advirtió que «las identidades barriales, las áreas históricas y piezas urbanas protegidas son un elemento que debe mantenerse. Las ciudades se van como reconstruyendo sobre sí mismas pero no van dejando atrás, de forma definitiva, ni su pasado o forma de vida, sino que se van manteniendo, van quedando».
«El poder coser todo este tipo de cosas es el objetivo de este contrato social, que se ha ido renovado cada 20 años. El nuevo Código puede lograr sostener las identidades barriales, las áreas históricas, edificios protegidos, calidades urbanas, lograr la modernización urbana, actividades productivas con el acceso a la vivienda, la urbanización de las villas, los espacios verdes, y sería el mayor logro que se puede llegar a obtener«.
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