Tilda Rabi, integrante de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas, denunció en Punto de partida lo ocurrido el pasado 30 de marzo cuando las fuerzas de seguridad israelíes reprimieron la marcha pacífica del Día del derecho al retorno del pueblo palestino. El saldo del accionar del ejército de Israel fue de 16 muertos y más de 1.400 heridos.
Rabi señaló en primer lugar que «Palestina y Argentina están unidas por el mismo eje de enclaves coloniales creados por los británicos. En Argentina se trata de la ocupación de las Islas Malvinas, mientras que en el comienzo de nuestra ‘nakba’, nuestra catástrofe, los ingleses estuvieron en el prólogo. La Marcha del retorno se relaciona con el 30 de marzo, el Día de la tierra palestina. Conmemora la muerte de seis palestinos con ciudadanía israelí y la confiscación de sus tierras y espacios. Desde entonces los palestinos de Palestina pasaron a ser ciudadanos de tercera categoría«.
Sobre el episodio represivo en particular la entrevistada explicó que «el ejército israelí disparó a mansalva, sin considerar que había niños. Además era una marcha desarmada, ni siquiera tenían alguno de los cohetes que de tanto en tanto se lanzan desde el lado palestino. En Palestina esto es muy corriente. El problema es que como argentinos también vamos a tener que prepararnos porque nuestra policía está siendo educada en Tel-Aviv. Se están trayendo los modelos represivos desde Israel, presentado asimismo como el gran proveedor de seguridad«.
Finalmente Rabi denunció que «Israel contraviene toda la legislación internacional. De hecho la potencia ocupante no puede ejercer una legalidad amparada por el ejército. Los palestinos no van a tribunales ordinarios con jueces civiles, sino que se les aplica la justicia militar. Aún así los jóvenes palestinos buscan tener una vida normal por así decir. No pueden porque allí está presente siempre la ocupación y la colonización, ya que continúa el avance de los colonos en Cisjordania. Todos en Palestina tienen una o más víctimas mortales en su familia. Casi el 70% de la población palestina tiene menos de 40 años. En esa baja expectativa de vida se ve el proyecto sionista de hacer desaparecer a los palestinos, y en la alta tasa de natalidad también aparece la resistencia«.
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