
La Secretaria de Políticas de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA de los Trabajadores, Estela Díaz, se refirió a la búsqueda de la trabajadora del programa Ellas Hacen, quien fue vista por última vez en La Plata el 26 de julio pasado.
«Hace 90 días que Johana no aparece y crece la angustia. Marta Ramallo, su mamá, con gran fortaleza sale todos los días a renovar la esperanza de que Johana tiene que aparecer y volver a ver su hija de 6 años», comenzó la dirigente en comunicación Feas, Sucias y Malas.
La semana pasada en el sindicato se realizó una conferencia de prensa para exigir el paradero de la mujer de 26 años, que se sospecha fue secuestrada por una red de trata. «Nos encontramos con una Justicia Provincial que actuó de manera inconexa y sin claridad, a pesar de que Marta de entrada le dijo a la fiscal que Johana no se iba de su casa por su propia voluntad, que todos los días volvía a las 8 de la noche y que acompañaba a su hija a la escuela todas las mañanas. Se perdieron dos preciosos meses de investigación y además creemos que hasta con encubrimiento de las fuerzas de la provincia (de Buenos Aires) que han intervenido», explicó Díaz.
«Ahora (la causa) ya está en la Justicia Federal, porque la hipótesis fuerte, que dijo la familia desde un principio, es que una red de proxenetismo la llevó a una red de trata y que esta la tiene contra su voluntad», sostuvo. Y remarcó: «Sabemos que cuando funcionan este tipo de redes hay connivencia de parte de las fuerzas de seguridad».
Johana Ramallo, como también su mamá, es titular del programa de Ingreso Social con Trabajo «Ellas Hacen» que depende del Ministerio de Desarrollo de la Nación. Sobre ese punto, la sindicalista apuntó: «Ella, junto con Marta y muchas mujeres de su barrio, estaba en el programa Ellas Hacen. Y parte del deterioro de la política pública también tiene que ver con cómo se aumentan las situaciones de vulnerabilidad. Porque, como Marta relata, ellas estaban construyendo sus viviendas, tenían psicólogas, espacios de formación y de encuentro”.
“El programa estaba destinado a mujeres en situación de violencia y en situación de vulnerabilidad. Entonces, permitía una red de contención. Johana (al momento de su desaparición) estaba en prostitución en la esquina de 1 y 63 (La Plata), que es en el ultimo lugar en que se la ve, entrando en la estación de servicio”, siguió Díaz.
Para visibilizar la situación y reclamar Justicia, contó que “en los sectores de trabajo, se hicieron jornadas de parte de las delegadas de la Junta Interna del Ministerio de Desarrollo” y que también “marcharon en Chaco (en el Encuentro Nacional de Mujeres) pidiendo su aparición con vida”. Ademas, dijo que “en La Plata hay mucha solidaridad de organizaciones y espacios sindicales”.
“La violencia contra las mujeres es histórica. Tiene que ver con desigualdades de poder, con el patriarcado, con una subordinación que se expresa en situaciones de discriminación y violencia. Pero en el neoliberalismo, cuando hay debilitamiento de las políticas de Estado, que hacen a la pérdida del trabajo, que debilitan las redes sociales e incluso las muestran como lugares peligrosos, se genera más violencia. Hay más violencia institucional y más violencia en el seno de las relaciones interpersonales y familiares. Denunciamos eso y decimos que necesitamos enfrentar la violencia planteando en qué tipo de sociedades queremos vivir”, formuló.
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