Tras casi dos meses de lucha docente, el Gobierno se comprometió a incrementar el salario básico de los docentes a 2,000 soles para diciembre de 2017. Sin embargo, “la mayoría de los sindicatos están desconociendo esta negociación porque no fueron invitados a la reunión”, informó en Feas Sucias y Malas el periodista Matías González, quien cubrió de cerca las masivas movilizaciones en Perú. También, describió el desarrollo de las huelgas con epicentro en Cusco, “bastión de esta lucha que se expandió a lo largo y ancho del país”, durante las últimas semanas.
“Cientos de mujeres y hombres de toda la región de Cusco se movilizaron por mejoras salariales e integrales en la educación pública de su país. `Ni un paso atrás, la huelga continua´, coreaban las y los docentes que llegaron de las distintas provincias de la región de Cusco para hacer saber que buscaban obtener una respuesta del Gobierno del presidente Pedro Pablo Kucsynski”, planteó el periodista.
“Docentes de todos los niveles, que contaron con el apoyo de numerosas familias de la comunidad educativa, marcharon desde distintos puntos hasta la capital y llenaron la Plaza de Armas que se tiñó del color de banderas de los sindicatos de la educación, carteles con consignas, arengas con megáfono y hasta ataúdes contra el presidente y la ministra de Educación Marilu Martens Cortés”, detalló.
Los principales puntos de los reclamos, puntualizó González, eran: “Que el presidente Kucsynski cumpla con su promesa de campaña de elevar el piso remunerativo a 2000 soles mínimos, que actualmente se encuentra en 1200 soles. Otro punto del reclamo es la deuda social, ya que cuando los docentes cumplen los treinta años de servicio solo perciben 1000 soles, algo insuficiente para vivir dignamente”. “Pero además de lo salarial, están los descuentos de día de paro y un aspecto fundamental que son las evaluaciones. Como sucede acá en Argentina, están próximos a una evaluación pero con el agravante de que esas generarían despidos”, señaló el periodista.
A su vez, compartió testimonios de docentes, como es el caso de Onorio Ramírez Candia, maestro de escuela en varias comunidades campesinas de Cusco, quien advirtió que el salario está por debajo la canasta básica familiar por lo que muchos docentes se encuentran en condiciones críticas: «Nuestra situación familiar es bastante álgida, no podemos vivir cómodamente a diferencia de otras carreras. Nosotros estudiamos cinco años en la Universidad y no es justo que nuestra profesión tenga el salario más bajo. Los policías egresan de una escuela técnica en un año y ganan 3800 soles mensuales».
Con 33 años de servicio en el distrito de San Gerónimo, otra docente, Graciela Cárdenas Rivera, expresó: «La situación es preocupante, hemos vivido un aislamiento constante del Estado, nunca se han preocupado por la situación económica del docente. El presidente debería ponerse en resolver y otorgar un salario digno acorde a la labor y esfuerzos que los docentes realizamos, ya que no sólo somos maestros, somos madres, padres, hermanos mayores, jueces, párrocos y mucho más, ya que integramos a los niños en los valores que necesita nuestra sociedad».
Por su parte, Matías González planteó que “cabe destacar que el Sindicato Unificado de trabajadores de la Educación de la Región Cusco (SUTER) lidera la mayor expresión de la lucha, que se diferenció, a la hora de hacer frente a los reclamos docentes, de los dirigentes nacionales del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación de Perú”.
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