Walter Formento, sociólogo y presidente del Centro de Investigaciones Políticas y Económicas (CIEPE) analizó en diálogo con Punto de partida los resultados de la cumbre del G-20 y el papel que hizo la Argentina en la misma.
Según Formento la importancia del encuentro se explica «por el hecho de que lo motorizaron China y Rusia, que con esto demuestran que son los grandes jugadores que movilizan a la economía mundial. El otro gran tema fue el cambio climático, donde la posición de Donald Trump, Ángela Merkel y otros gobernantes acerca de las energías renovables y las tecnologías a ellas asociadas. No hubo un liderazgo claro, porque Estados Unidos cedió ese papel. En este marco, la Argentina, representada por Macri, no tuvo ninguna reunión importante con presidentes que estén en el debate central de la economía, y que le permita a un país sentirse parte de lo que se discute en el G-20«.
Acerca de este último tema, Formento contrastó la presencia argentina en el organismo al señalar que «nuestro país participa desde el momento en que el viejo G-8 incorporó a algunos países ‘emergentes’ a comienzos de 2009. Durante el gobierno anterior siempre había alguna reunión directa con Rusia o China, es decir con el BRICS, o con algún país que tuviera intereses importantes en la Argentina, por ejemplo Alemania. En la reuniones anteriores Cristina Fernández de Kirchner tuvo un posición fuerte y clara entre el liderazgo que mostraba Barack Obama y los planteos que hacía el sector ruso-chino. La falta de reuniones importantes de Macri se debe a que pertenece a un grupo de empresas que no va a estos encuentros a plantear ningún tema de agenda global sino a buscar negocios particulares, que no tienen ninguna repercusión en la Argentina».
Finalmente Formento explicó que «Trump representa a las energías convencionales como el viejo petróleo fósil o el gas licuado, y tiene el poder para romper el acuerdo por el cambio climático. Poder del cual carecen, a pesar de su importancia dentro de la Unión Europea, Alemania o Francia. Estados Unidos por un lado y el BRICS por el otro son los grandes actores económicos del mundo. El mundo tiene un conflicto porque la crisis económica abre las posibilidades. Todo este marco es el telón de fondo de países petroleros como Estados Unidos y Arabia Saudita contra Qatar, que representa al sector gasífero. También podemos comprender a partir de estas cuestiones que Trump acepte resolver junto a Vladimir Putin la cuestión en Siria, respetando la integridad territorial de ese país y el mandato del presidente Bashar al Assad».
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