La culpa de nada nos invita a repensar nuestras relaciones. El amor y los vínculos que entablamos con el otro. Las elecciones, pero también la potencia del mandato social. La pantalla, la familia perfecta y el detrás de cámara. Victoria Hladilo, directora, actriz y dramaturga, dialogó en Abramos La Boca sobre la obra y aseguró que quiso “trabajar el conflicto que aparece entre una pareja y el mundo previo que trae consigo”.
“La obra es un encuentro entre Andrea, que es la mujer de Mariano, y todos los amigos de él. Ese fue el primer eje de conflicto tan, en algún punto, típico que me interesó trabajar. A partir de ahí, surgió que ese grupo de amigos era bastante retrógrado y tenía ciertos valores anclados en una lógica más adolescente, que funcionaba hacía las mujeres con bastante falta de respeto y soberbia”, expresó Hladilo.
El deseo aparece permanentemente como foco de conflicto y devela los estereotipos. “Muchas veces las parejas se viven desde un lugar hipócrita, como cumpliendo con ciertas demandas de la sociedad de lo que se debe hacer, pero después, por lo bajo, hacen otra cosa. Pese a que el deseo está y un poco funciona así, no todas las parejas tienen la capacidad de hacerse cargo y prefieren mirar para un costado”, declaró la directora.
Además, la actriz y dramaturga manifestó que en La culpa de nada aborda la violencia de género a través del “micromaltrato”. “Es un maltrato que está aceptado por todos, que tiene que ver con estigmatizar a las mujeres. Dentro de la obra hay algunos personajes que son sumamente machistas. Incluso hay un personaje femenino que funciona así porque yo creo que muchas veces las mujeres somos responsables y formamos parte del mismo trato que nos damos”.
Escenas tragicómicas que ponen al desnudo el peso de lo social y la moral. Las responsabilidades y la culpa por lo que no se dice. “La obra habla de las formas que tenemos para sostener algunas relaciones. Muchas cosas pasan por lo oculto por no tener la capacidad de decir estemos de otro modo”.
* La culpa de nada puede verse en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960), los viernes, a las 21.
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