
Adrián Corvalán, abogado de Leonardo Jara, uno de los imputados por el secuestro y asesinato de Candela Rodríguez en 2011, se refirió en Feas Sucias y Malas al devenir del juicio en curso que cambió de rumbo luego de la confesión de una testigo que contó que para que no metieran preso a su hermano, la policía le exigió que le den un nombre y así fue como llegaron a Jara, quien tenía pedido de captura por piratería del asfalto.
“Independientemente con lo que dijo la testigo, que pone fuera del hecho a Jara como partícipe de la autoría de la muerte de Candela, hubo algunas modificaciones que fueron aún más contundentes”, comenzó Corvalán. “A partir de lo que dijo esta testigo, se trajo su hermano para contrarrestar el testimonio de ella y como se contradecían, quedó absolutamente claro que esta testigo decía la verdad”, relató.
Y continuó: “Pero no fue sólo eso, a ese mismo hecho se trajo a la abogada que llevó a ambos a hacer este acto procesal ilegítimo”. Ya que esta mujer, “con apoyo policial y político”, fue quien condujo a que se marcara en aquel momento a Jara para conseguir un responsable.
Luego “la fiscalía pidió la detención de la abogada”, explicó Corvalán, y “hoy está en libertad pero procesada por el delito de falso testimonio”. Por estas razones, la testigo que confesó, de apellido Medina, “se volvió central” en lo que ellos llaman “el armado de la causa de Candela”. “Estamos frente al juicio más grande de la historia del derecho penal con más de 3.600 testigos”, manifestó.
En el transcurso del juicio fueron saliendo a la luz connivencia no sólo policial sino responsabilidad política. “Hubo policías que vinieron a decir que el Gobernador, una vez que aparece el cuerpo de Candela muerta, llegó a la comisaría de Villa Tesei y les dijo a los más altos jefes de la policía de la provincia de Buenos Aires, que tenían 72 horas para resolver el caso o quedaban apartados de la policía”, relató Corvalán. “Y eso es lo que hicieron, salieron a resolver el caso para los medios, para que la sociedad crea que quienes estaban imputados eran realmente los culpables. Y a si dejar con las manos vacías a la principal víctima, Candela Rodríguez, y a su madre”, agregó.
“Jara está hace cinco años detenido por un delito que no cometió” y “hoy estamos más lejos que hace 5 años de encontrar a los culpables”, fueron los planteos del abogado que reflexionó no sólo sobre el funcionamiento de la Justicia y la utilización de la prisión preventiva, sino de las organizaciones en su rol de visibilización del tema: “Tenemos poca visión no sólo de los medios, sino de organismos. Candela pudo haber sido el punto de inflexión sobre el maltrato que está habiendo hacia las mujeres. Estos movimientos tampoco están siguiendo el juicio y esto nos preocupa mucho”.
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