
Oliver Rivas, militante del Colectivo de Trabajo Revolucionario Avanzada Popular, conversó con Punto de Partida acerca de la situación política y económica en Venezuela, en el marco de una nueva escalada de violencia impulsada por la oposición a fin de crear un escenario de intervención extranjera contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Rivas explicó que en el país caribeño se están produciendo «ataques violentos de grupos comando constituidos por gente pagada, que no tiene vinculación con los territorios en los que actúa. Su tarea básica es agitar, y sobre todo atacar instituciones públicas, generar barricadas en espacios neurálgicos, y de desgastar la capacidad operativa de los órganos del estado. Por ahora estos han logrado responder, y también colaboraron los vecinos y vecinas de las comunidades organizadas que han venido actuando eficientemente para controlar cualquier perturbación del orden público. Son focos minoritarios, y hay imágenes que demuestran que hay más cámaras que gente en la confrontación, lo que demuestra que el objetivo es generar un estado de condena a Venezuela a nivel internacional».
Consultado acerca de la actitud del episcopado y la relación con El Vaticano, el entrevistado detalló que «la iglesia de Venezuela ha tenido contradicciones con el llamado al diálogo del Papa Francisco. Ha tenido un discurso más bien incendiario, pero recordemos que el alto clero de la Conferencia Episcopal Venezolana está muy vinculado al Opus Dei, y cumplen instrucciones de usar a la iglesia como una plataforma política de agitación. Siguen agitando el fantasma del anticomunismo, pero eso tiene poca respuesta porque la preocupación de la población y del gobierno bolivariano pasa por resolver la situación alimentaria. Eso además desmonta el discurso de la oposición según el cual se preocupa por el mismo tema. Si eso fuera cierto, los MERCAL y otras instituciones de la plataforma alimentaria no serían blancos de estos ataques».
Finalmente Rivas trazó un diagnostico para el futuro al recordar palabras del presidente Maduro quien dijo recientemente que «el único camino es profundizar la revolución. No hay lugar para conciliaciones con el capital internacional y con sectores oligárquicas que todavía tienen mucho poder en diversos monopolios de Venezuela. El balance es que ninguna guerra, y esta es una guerra política por el poder, se gana permaneciendo a la defensiva. Hay que dar pasos para pasar a una ofensiva que nos permita derrotar a quienes nos impusieron esta lucha a través de la violencia y el chantaje. Es importante no solo asumir la lucha política, sino también la económica porque hay una situación que le permitió a la derecha contar con la desmovilización de sectores que antes apoyaron al gobierno. Hay que crear una agenda que priorice los intereses del pueblo trabajador y dirija a ellos divisas que hoy van a parar a las manos de empresas especuladoras, y endurecer las sanciones a los comerciantes para cambiar las relaciones de producción. Esas unidades productivas deben ser entregadas al pueblo».
MG / GF / RG