Alejandro Boscán, ex viceministro de estrategia comunicacional del Ministerio de Poder Popular para la Comunicación y la Información de Venezuela, conversó en el estudio Patrick Rice con Punto de Partida, acerca del desarrollo de los medios populares en la República Bolivariana y de la situación política en el país caribeño.
Boscán explicó que tras el fallido golpe de estado contra Hugo Chávez en 2002 «la revolución descubrió que los medios comunitarios eran una necesidad histórica, la comunicación sin amos. Mientras los grandes medios comerciales asumían su función como la punta de lanza de la desestabilización política del país, los medios comunitarios asumieron la defensa de sus intereses propios, o sea transformar su realidad, y que el gobierno de Chávez estaba abriendo la posibilidad de esa transformación. La autonomía de los medios comunitarios en relación al Estado siempre fue muy reñido, porque había una contradicción de clase que desapareció con el gobierno de Chávez y se arma una agenda de puntos en común».
Luego puntualizó que «en Venezuela se dio un proceso interesante, en el cual los medios comunitarios no son una organización más sino una suma de organizaciones. En él conviven organizaciones de tierra, de consumo, políticas, el movimiento popular. Siempre se apuntó a eso y hubo éxito en muchos lugares. Antes era algo más particular, resultaba ser una ‘parecela’ con más poder que el comité de salud o el comité de agua. Dividía más de lo que unía. Entonces procuramos que el medio de comunicación sea el espacio de convergencia de las demás. Del lado de enfrente los medios de comunicación comerciales fueron los principales conductores de la oposición, los coordinadores. Así fue desde el inicio del gobierno de Chávez hasta 2006 más o menos. Luego el movimiento de los acontecimientos logró que los mandos opositores pasaran a los dirigentes políticos, y eso es bueno porque ubicó la política en el plano de lo real, debilitando al que tiene menos capacidad de construir».
Finalmente Boscán se refirió a la coyuntura actual de Venezuela, a la que caracterizó como «el país más asediado de los últimos quince años. No solo en términos de campañas de prensa sino política y económicamente. Parte de eso fue el movimiento geoestratégico de Estados Unidos que maniobró para derribar el precio del petróleo. A partir de eso Venezuela está en una situación muy crítica económica y financiera. También hay una crisis de abastecimiento de comida y de medicina, y obviamente eso genera una crisis política. Pero sí es seguro es que la solución no está por fuera de las fuerzas revolucionarias.«
MG / GF / RG