Ante la media sanción lograda en Diputados de la reforma de la ley de ejecución penal nacional 24.660, impulsada por Luis Petri (UCR), que excluye de la ley las salidas transitorias y la libertad condicional, el miércoles 14 habrá una movilización frente al Congreso nacional para rechazar su aprobación en la Cámara de Senadores. En ese marco, los presos de la cárcel de Villa Devoto iniciaron una huelga de hambre por tiempo indeterminado.
Desde el penal de Devoto, Alejandro Paladino, quien integra el Centro Universitario de Devoto (CUD), dialogó con Úrsula Asta en el programa Feos, Sucios y Malas. “El sistema penitenciario está todo diseñado para que el delincuente vuelva a reincidir y esto se transforma en un negocio perfecto”, explicó.
Esta modificación implica una profundización de las leyes impulsadas en el 2004 por Juan Carlos Blumberg. Endurecen la ley de ejecución penal y van en contra de la Constitución Nacional y de todos los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
“El miércoles a las 17 nos movilizamos al Congreso porque a las apuradas, con un dictamen fantasma, Diputados le ha dado media sanción a una ley que endurece el régimen de ejecución y estamos convocando a familiares, detenidos (porque ahora se trata en Senadores). Nosotros no estamos diciendo que la ley no se trate, pero esta ley, más allá de su inconstitucionalidad, es una aberración jurídica”, contó Paladino.
“Desde el Centro Universitario vamos visibilizando varios aspectos de inconvenientes de la ley penal que terminan siendo nocivos para los internos y para el resto de la sociedad”, explicó el interno. Y luego agregó que “la cárcel como está hoy no le sirve a nadie” porque los jóvenes se van y muchas veces vuelven a caer presos, es decir, reinciden.
“Estamos intentando hacer fuerza para ver ciertos aspectos de la cárcel que terminan siendo perjudiciales. Y uno de esos, que es uno de los embates del Gobierno, es una modificación muy fuerte de la ley de ejecución de la pena que regula cuál es la forma en que se ejecuta la pena de privación de la libertad. Más allá del endurecimiento de la pena, que muchos sectores de la sociedad creen que está bien, el interno que tiene que pagar pena ya no tiene ninguna forma de decir `voy a buscar ser una mejor persona´. Se está destruyendo el régimen de progresividad penitenciario”, señaló.
Y luego, Alejandro habló sobre la vida en la cárcel para explicar porqué es necesario que esa modificación no avance: “Cuando uno empieza a caminar la cárcel, ve que está llena de gente marginada socialmente. (La cárcel) termina siendo un depósito de pobres, en el cual luchan pobres contra pobres. Esto está lleno de gente que no ha tenido posibilidades”. “Acá, ves chicos que aprenden a bañarse, a cocinar, a comer, porque en su entorno social eso no lo tienen”, sumó.
“Para que te des una idea hay gente que ingresa a la cárcel y no sabe porqué está detenida. Hoy hay un ingreso masivo a la cárcel de personas que no tienen idea de porque están detenidos, la forma en la que hay que salir adelante, todo el entramado de la Justicia. Pensá que a veces está con una incertidumbre de dos, tres, cinco años que no sabe cuándo va a recuperar su libertad, o cual es su proceso. Cuando uno cree que el problema es de otro, ahí tenemos un problema. Todo lo que se viola acá adentro es necesario visibilizarlo”, finalizó.
CC / GF / RG