Carlos Aznarez, director de Resumen Latinoamericano, y Gabriel Fernández, director de La Señal Medios, analizaron en Punto de Partida el escenario latinoamericano, con particular énfasis en las situaciones de Venezuela y Cuba.
En relación a Venezuela Aznarez opinó que «el pueblo venezolano ha reaccionado desde el domingo pasado contra lo que fue un claro intento de golpe de estado parlamentario. A partir de ese momento no se han abandonado las calles, dado que la oposición impulsa el juicio político a [Nicolás] Maduro y el gobierno promueve la formación de autodefensas para que no se reproduzca lo ocurrido en Brasil. Lo más importante creo que es la entrevista de Maduro con el Papa Francisco».
Añadió que «es la primera vez que una autoridad de semejante magnitud internacional trata de llevar adelante un diálogo que no es aceptado por la oposición, cuyo único objetivo es derrocar al presidente. Por otra parte la oposición no logra mostrar qué desea además de remover al presidente. Unos buscan dialogar, otros no. Henrique Capriles, que es un moderado, intenta alinearlos a todos juntos en no conversar, mientras que otros sectores han vuelto a apostar a la violencia. Hay una escalada apoyada por Estados Unidos y la OEA».
A propósito del papel de Cuba y de la abstención norteamericana acerca del embargo económico a la isla, Fernández sostuvo que «han cambiado las prioridades de Estados Unidos. Lo primero es la desestructuración de la UNASUR, de MERCOSUR, y el hostigamiento a Venezuela, Brasil y Argentina. Con esta perspectiva, la idea del norte es que Cuba deje de ser un faro para la región», mientras que según Aznarez «Estados Unidos ha reconocido que la táctica del bloque no le ha servido para nada, salvo para atenazar y ahogar al pueblo cubano, que ha resistido. Desde ese punto de vista se puede computar como una victoria cubana. Coincido en que los estadounidenses están buscando sacarse de encima un problema para concentrarse en Venezuela o en cualquier gobierno que le planteen un diálogo cara a cara al imperio».
Finalmente, ambos analistas ofrecieron sus visiones acerca del futuro próximo. Fernández analizó que «la restauración no va a avanzar porque la correlación de fuerzas en los poderes internacionales no lo va a permitir. El apuro en definir la situación venezolana está relacionado con el cambio en uno de los factores que permitieron la avanzada de la derecha, el precio del petróleo, que está volviendo a subir».
En esa dirección Gabriel indicó que «ese andamiaje puede brindarle aire los países que no están alineados con Estados Unidos para desarrollar sus actividades económicas. Una recuperación venezolana puede barrer la popularidad circunstancial de la que gozan sectores conservadores»,
Para Aznarez «hay una lenta recuperación económica venezolana apoyada en el petróleo. También influyen medidas muy contundentes para que termine la parte más dura de la guerra económica, con la aparición de los alimentos que la oposición estaba acaparando. Por el respiro que esto le daría a la población y por la necesidad de sacar a Maduro antes de fin de año, la oposición trata de apurarse. Esto no es fácil con un pueblo movilizado como el de Venezuela».
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