En la noche limeña, tan cálida a la historia del fútbol argentino, se prendieron todas las señalas de alarma. O por lo menos, eso esperamos: luego de 90 minutos, Argentina la sacó barata. Algo similar a lo sucedido en 1996, cuando un inspirado Mono Burgos no salvó de una segura caída. Era el tercer partido de la eliminatoria de cara a Francia 1998. Daniel Passarella no sacó nada en claro después de aquella desafortunada actuación. ¿Que hará Edgardo Bauza?
Partamos desde ese punto: ganamos un punto. Argentina fue un equipo sin juego. Sobre todo. Bauza no logra encauzar un patrón de juego claro, y la sospecha que ya flota en el ambiente – y de ser así, es muy duro – es que el propio Patón, hombre de mil batallas, poco puede hacer con un vestuario realmente complicado. Caramba…¡Pero si sólo dirigió tres partidos!
Vamos al verde césped. Nadie se animaría a asociar al entrenador nacional junto a los cultores del buen juego. Aquella que llamaron La Nuestra ¿Recuerdan? Hoy, nuestro problema no es la dicotomía «ofensivo o defensivo». Nuestro drama está en la carencia de volumen de juego. Ya se padeció en Venezuela. Anoche se profundizó.
La clave está en el medio. El doble 5 Mascherano-Kranevitter garantiza recuperación, pero nunca una salida limpia. Más cuando el rival, como ayer Perú lo maniata con inteligencia táctica. Los mediocampistas laterales no resuelven nunca su rol en la cancha. Ni Paulo Dybala ni Angel Di María. Porque no sienten la función, ni están capacitados. Entonces, tenemos un enorme problema en la construcción de juego: Kun Aguero no está para armar juego. Gonzalo Higuaín mucho menos.
¿Y ahora? Uno confía en la inteligencia del Patón. En la previa al partido el debate táctico era si seguía existiendo el número 8. Aquel volante de ida y vuelta por derecha. Si no está Lionel Messi, habrá que cambiar sistemas tácticos. Acercar líneas y buscar salidas de juego claras. Hoy, Dybala y Di María cumplen la misma función con igual ineficacia. ¿No será momento de un cambio estructural?Hoy, Ever Banega es un imprescindible. Augusto Fernández sería otra opción. La clave: Argentina debe volver a ser un equipo equilibrado.
El fútbol argentino tiene grandes jugadores, en algunos casos, más reconocidos por sus valores de mercado que por sus características de juego. Ojo, el fútbol es un juego donde se conjugan táctica, técnica y estrategia. Está en Edgardo Bauza y estos jugadores revertir esta imagen el martes ante Paraguay.
*Por Carlos Aira. Conductor de Abrí la Cancha, La Señal Fútbol, www.xenen.com.ar