“Cuando arrancó este intento de golpe, que no es de ahora, nosotros lo empezamos a sentir muy fuerte desde 2013 con el intento de tomar las calles y la derecha poniendo consignas que hace mucho no veíamos, como la defensa de la dictadura”, dijo el brasileño Paulo Pereira de Coletivo Passarinho, quien visitó Radio Gráfica trás la destitución en Brasil de Dilma Rousseff.
En diálogo en el programa Feos, Sucios y Malas, opinó: “Hay una criminalización de la acción política partidaria. Y una parte de la sociedad al discurso lo compra con mucha facilidad”. Luego agregó: “La sociedad no está dividida, sino que está atacada, es muy distinto”.
Sobre la destitución de la presidenta de Brasil marcó que hay que “tomar las calles y respetar los 54 millones de votos que tuvo Dilma” y luego se refirió particularmente al proceso de juicio político: “El impeachment es una gran discusión de muchos campos de la sociedad. Está en la Constitución, es un instrumento para sacar a un presidente que esté involucrado en crímenes de cualquier tipo, pero hay que probarlos. Dilma está acusada de manipular el presupuesto nacional (…) cuando los ocho gobiernos anteriores a Dilma tuvieron las mismas acciones. Pero tienen que buscar una “ilegalidad” para sacarla porque no está involucrada en corrupción”.
También analizó los gobiernos de Lula y de Dilma, ambos del Partido Dos Trabalhadores (PT): “Es importante analizar el gobierno de Lula, donde hubo convergencia de las clases sociales. Todos ganaron, los ricos ganaron muchísimo. Los pobres también, hubo distribución. Los movimientos sociales pusieron en pauta sus pedidos. En el mandato hubo grandes avances, pero siempre con apoyo del mercado financiero (…) En cambio Dilma es economista de formación, tiene otra base y visión de la economía, creo que este es el punto de derrumbe, cuando decide involucrarse en el mercado financiero (…) Las tasas de intereses bajaron muchísimo, llegaron a niveles históricos, y ahí hubo una reacción muy violenta del mercado financiero”. Sin embargo, sentenció: “Dilma se cae por sus aciertos, no por sus desaciertos”.
“Malcorra (canciller argentina), una hora después de concretarse el golpe en Brasil, mando un comunicado a favor de lo sucedido. Esto es un escándalo. Nosotros rechazamos y pedimos que el gobierno de Argentina no reconozca y que llame al embajador en Brasil para que venga a dar explicaciones y a comentar lo que está pasando”, sentenció el militante brasileño.
“Además, Temer anunció que el primer país que va a visitar es Argentina. Será el 3 de octubre y estará con Macri. Esto no es poco para nosotros que ya vivimos la dictadura, como en Chile, Brasil y Argentina donde había cooperación militar. Sabemos que los pueblos reflexionan todas estas acciones. Nosotros llamamos a repudiarlas”, sumó.
Pereira también reflexionó sobre una estrategia política tras ser consultado sobre la posible inhabilitación para ocupar cargos que puedan pesar sobre Lula o Dilma: “Hay que construir un frente amplio de los campos progresistas (…) Esto me parece inédito en Brasil, para la dinámica del país, que Lula articule el frente pero que él no sea el candidato, sino Ciro Gomes, del partido donde viene Dilma, que está en el campo progresista”.
Consultado sobre el grupo Coletivo Passarinho, integrado por brasileros residentes en Buenos Aires, explicó: “Este colectivo viene a rechazar este modo de gobernar. Lo que nosotros vivimos, Latinoamérica lo conoce muy bien”. Y contó: “Hicimos algunas realizaciones muy importantes cuando asumió el gobierno interino de Temer y vino a Argentina el canciller José Serra (…) que no es un canciller cualquiera, en el sentido de su cargo. Fue candidato a presidente y perdió con Lula y Dilma. Viene asumir el rol de inversor del golpe a través de su partido”.
“El FORA (por “ForaTemer” o “FueraMacri”) no me parece que sea antidemocrático, es “fora” a un gobierno que está implementando políticas contra los derechos del trabajador, que no le alcanza para comer o para el alquiler. (La consigna) no es un golpe a la democracia, sino que el golpe lo están poniendo ellos al pueblo. Porque no elegimos presidentes para que hagan todo al revés de lo que votamos. En Brasil la consigna “fuera Cardozo” nos acompañó por 8 años», postuló Paulo Pereira.
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