Belén es una joven de 27 años que el 21 de marzo de 2014 llegó al hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán con dolores estomacales. Después de haberle suministrado calmantes, permaneció dos horas internadas y luego sufrió una hemorragia que derivó en un aborto espontáneo. La mujer fue condenada a ocho años de prisión por homicidio agravado por el vínculo. Luego de permanecer más de dos años presa, la Justicia ordenó su liberación mientras se resuelve la cuestión de fondo.
La Socióloga, miembro de CDD y de la Campaña Nacional por el Derecho a un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Victoria Tesoriero, fue entrevistada en Desde el Barrio, detalló lo vivido por Belén en este tiempo y adelantó que pedirán la nulidad del proceso para que no queden antecedentes y, luego, la indemnización correspondiente para la joven.
Victoria explicó que «Belén está jurídicamente libre» pero que aún esto no se concretó, aunque será «cuestión de horas. Estamos muy felices, creemos que es resultado de la presión que hemos ejercido«, señaló. Además, remarcó que «ella (Belén) recibió la noticia (de su libertad) llorando. Es un caso inédito en nuestro país, con mucha vulneración de derechos y un proceso judicial muy irregular. Es una locura que una mujer esté presa por un delito inexistente, que es el aborto espontáneo».
La socióloga adelantó que «vamos a pedir la nulidad del proceso judicial y la anulación del Fallo para que no quede como un antecedente, e iremos por un pedido de indemnización a Belén».
Victoria relató lo irregular de lo ocurrido porque «ella (por Belén) llegó cursando un aborto espontáneo y en el Hospital se le adjudica un feto que apareció. Es muy confusa la situación porque, según el informe judicial, no coincide la hora en que ella ingresa al Hospital con la que aparece ese feto, además no media ningún examen de ADN que puede vincularlo. La única prueba de ese feto que se le adjudica son fotos. Es muy irregular y creemos que es un mensaje de disciplinamiento al conjunto de mujeres con el tema del aborto».
A nivel personal «la familia de Belén lo vivió con mucha angustia. Imaginate que vos vas a buscar ayuda médica a un Hospital y después de eso te tratan de asesina, de homicida, todos los inspectores de salud tiran en contra tuyo. Es angustiante. Es una familia de bajos recursos que no tuvo la defensa pertinente y por suerte el caso llegó a las asociaciones de mujeres que hicimos de todo», explicó.
En cuanto a las repercusiones del caso a nivel social y político, Victoria destacó que «nos sorprendió el total apoyo y difusión del caso que llegó a un nivel internacional. No hay antecedentes como éste en nuestro país. Creemos que tiene que ver con la ilegalidad del aborto y tendríamos que avanzar hacia su discusión en el Parlamento. La opinión pública ha avanzado mucho en la discusión por la necesidad de debatir este tema, pero todavía no hemos podido llegar al Congreso».
Respecto a este espacio que se busca generar en el Congreso para debatir la cuestión del aborto, Victoria detalló que «este año presentamos por sexta vez la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Seguro y Gratuito, con más de 350 organizaciones a nivel nacional que se mantienen hace 11 años. Lo que se busca es que se saque el aborto del Código Penal y se despenalice, se legalice, o sea que todas las mujeres tengan el derecho a practicarse un aborto en el sistema público de salud hasta las 14 semanas de gestación. Ese proyecto llegó a tener 70 firmas de diputados y diputadas de todo el arco político. Es el proyecto con más apoyo en la historia del Congreso pero no pudimos llegar al debate. Este año se volvió a presentar pero con menos firmas porque ahora la composición de la Cámara tiende más a la derecha. Vemos un divorcio entre el Congreso y la opinión pública en la calle. El aborto es un evento común en la vida de las mujeres, es un doble discurso que siga siendo ilegal».
Victoria reiteró que «pedimos que el Estado garantice el derecho de decidir de las mujeres, tanto de las que quieren ser madres, como en el caso de la fertilización asistida, como de aquellas que tienen un embarazo no deseado y quieren interrumpirlo. En nuestro país logramos la Ley de Fertilización y no la del aborto, eso tiene que ver con un imaginario social de la mujer como madre y no podemos despegarnos de eso, y no necesariamente la mujer se realiza como madre».
Además, la socióloga remarcó las presiones que están detrás del tratamiento de este tema. «Argentina es el único país en el mundo que tiene la Ley de Matrimonio Igualitario y no tiene despenalizado el aborto. Creemos que hay mucha presión de sectores conservadores de la Iglesia pero también mucho machismo. Además hay un interés del sector privado también, porque hacerte un aborto con un médico en Capital Federal sale alrededor de $20 mil. Hay mucha más presión que en el matrimonio igualitario, porque en el aborto no hay un horizonte tan feliz. No se embaraza nadie para abortar, es un evento que no lo desea nadie, entonces es bastante difícil».
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