El árbitraje argentino en una fase polémica. Luego de la doble fractura que le produjo Carlos Tévez a Ezequiel Ham, que no fue sancionada por el árbitro Luis Álvarez, y la pésima actuación de Diego Ceballos en Rosario Central-Gimnasia La Plata, en Abrí la Cancha decidieron ir a fondo.
Consultaron a Gabriel Guillaume, ex árbitro del ascenso y actual asesor en temas reglamentarios del plantel de Fénix, equipo de la B Metropolitana. En relación a la polémica jugada que tuvo como protagonista a Carlos Tévez, Guillaume opinó: “Hay jugadas en las cuales el árbitro se equivoca como un jugador. Pero hay cosas que no tienen sentido ni fundamento. Se fracturó un jugador y no se cobró falta. No se equivocó: lo fracturó. ¿El árbitro no vio eso?” y agregó: “En el fútbol argentino hay muchos golpes de cabeza contra los paredones. No es culpa del arbitraje si juegan a trescientos por hora. ¿Qué hace el sindicato de jugadores? Yo creo que falta compromiso. Compromiso desde todos lados. Pongo el caso Orión. Cuando lesionó a Carlos Bueno hubo expulsión porque el árbitro era Loustau, si no, no se lo expulsaba. Después sucedió la jugada contra Unión. El árbitro iba a cobrar saque de arco y fue una jugada más evidente que la anterior. No hay compromiso…”
¿Las camisetas tienen diferente peso en el fútbol argentino? Guillaume dio cuenta que si, “pero no existe compromiso de equidad. Pablo Pérez se tiró con una guadaña y el árbitro no lo amonestó. ¿No lo echó porque estaba en la Bombonera? Porque después hay otras patadas y si hay sanciones. Porque sobran patadas. Entonces al árbitro le falta compromiso. Hay patadas de expulsión que no se cobran. ¿Todo vale? El reglamento es claro. Son árbitros internacionales. Esos conceptos los tienen. No es interpretación. Y si quebraron un jugador, aún más”.
Consultado por Carlos Aira y Diego Cessario sobre que determina la falta de compromiso de los árbitros, Gabriel Guillaume fue claro: “Si el árbitro está seguro y apoyado, no hay ningún tipo de problemas. Pero si no está apoyado, no quiere echar a nadie porque se está jugando su trabajo. El árbitro tiene jefes. AFA está dirigida por los presidentes de los clubes y nadie defiende a los árbitros. Todo tiene que ver con todo. Si vas a dirigir a River o Boca, no es como otro equipo. Entonces, los árbitros deben sentirse libres. No quieren cometer errores con estos equipos porque salen a pegarles, y date cuenta, es más fácil parar a Alvarez que a Tévez”.
Finalmente, Guillaume entiende que el nivel del árbitraje es bueno: “pero no están siendo apoyados como deberían ser apoyados. Hoy un referente arbitral es Horacio Elizondo. ¿Saben donde está? Trabajando con los árbitros en Paraguay. Cuando estuvo trabajando en AFA duró lo que un pedo en un canasto. Entonces, si te comprometes no durás. Si dirigis mal, pero ganan ciertos equipos, sos premiado”.
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