Así lo afirmó el periodista Carlos Aira, conductor de Desde el Barrio, en Radio Gráfica. En charla con Lucas Molinari, Aira realizó un recorrido histórico para poder comprender lo sucedido el jueves pasado en la Bombonera:
«No somos una sociedad violenta. El ejemplo más claro son los festejos del Bicentenario. Millones de personas en las calles sin un acto de violencia. ¿Somos reflejo de lo que se vio en la Bombonera? Ni a palos. Porque 40.000 personas se fueron con el alma lacerada».
«El fútbol argentino tiene una fecha que es antes y después. Fue el 27 de septiembre de 1991. Esa noche jugaron Racing Club y Mandiyú de Corrientes el primer partido codificado. Antes no se daban partidos en directo. Hasta los partidos de Copa se televisaban diferidos. La empresa española Dorna había firmado un convenio con Telefé-AFA para la televisación de los partidos. Ahí pataleó TyC-CLARIN que tenía contrato con AFA, obligando a romper el contrato con los españoles y firmando uno que los convirtió en los nuevos dueños del negocio. El fútbol codificado era una novedad. Tenias que pagar el codificado e ibas a ver un partido en directo, algo que no se daba desde los setenta, aunque en esos días era gratuito y por el viejo Canal 7. No existía lógica de ver un partido en directo por televisión. Por otra parte, el 1 de enero de 1992 se estableció la convertibilidad. Los números del futbol fueron otros. Se estableció un codificado mas. El 1 de agosto de 1994 se puso al aire la señal de TyC todo el día. Tan grande era el negocio del fútbol argentino que en 1997 los planteles de River y Boca eran los más caros del planeta»
«En Clarín se habían hecho un enorme negocio con un jueguito inglés llamado «Gran DT». Pensemos que en enero de 1995, cuando lanzaron el juego, dos millones de argentinos lo jugaron dejando una fortuna en el 0-600 habilitado. Clarín recibía un dinero del fútbol inimaginable. Pero los empresarios eran consientes que tanta bonanza tenía fecha de caducidad. Los planteles del fútbol argentino estaban llenos de estrellas pero eran carísimos. Sólo se vendían jugadores si llegaban ofertas millonarias de Europa. Alguien del Grupo Inversor que Mauricio Macri acercó a Boca en 1996 le advirtió al Presidente de Boca Juniors que al romperse la fantasía de la convertibilidad, la rueda económica del fútbol se iba a trabar. El empresariado vio necesario cambiar la lógica y matriz de negocios del fútbol argentino. Era tiempo de vender un producto diferente, que tuviera impacto también en el exterior, pensando que muchos futbolistas, ante una futura devaluación, si se irían a Europa. Si antes de 1991 el fútbol no era un producto ABC1, o sea, antes de TYC CLARIN era un espectáculo de hombres de sectores medios bajos o bajos – era muy dificil ver gente acomodada en las canchas salvo en los partidos de la Selección -, la lógica fue armar un producto diferente a sabiendas que las estrellas no estarían. Ahí nació un producto llamado «El Aguante».
«Marzo de 1997. Comenzó a ser más importante lo que sucediera fuera del campo de juego – en las tribunas – que dentro del mismo. El vaciamiento fue claro. Fue el exacerbamiento de la pasión. ¿Esa pasión existía antes? sí, claro. Pero ahora será diferente. Una cosa de vida o muerte».
«Se generó el Frankestein en nombre del aguante y no hubo forma de pararlo. Lo sucedido el jueves pasado es emblemático. Donde antes había una popular ahora hay una platea carísima. La foto del jueves es gente con entradas carísimas, con camperas del ultima merchandansing de Boca Juniors, sacándose selfies y arrojándole botellas al odiado rival. La lógica es «soy yo lo más importante acá, más que el juego mismo; y al rival hay que odiarlo porque la cultura del aguante me plantea el odio para demostrar mi amor «. Todo esto desde un marco de impunidad, porque Boca es un club puesto al servicio del mercado».
«Lo vivido el jueves no reflejo de la sociedad. Porque el mismo plateista, fuera del estadio dice: ¿Viste los piquetes? ¡En este país no se puede vivir! Pero en nombre de la pasión le puede tirar una botella a otra persona. Esa es la cultura del aguante. Que es una cultura de vaciamiento».
Consultado por Lucas Molinari sobre la inmediata comparación con Europa, Aira fue claro: «En Argentina tenemos una visión muy nuestra del futbol, atravesada por la significancia social del futbol en nuestro país. ¿En España hay violencia? hace 2 meses asesinaron un hincha del Deportivo La Coruña luego de un partido del Atlético Madrid y acá no salió nada. Tendría que explicarles que las hinchadas del norte del estado español son de izquierda y la hinchada del Atlético, el Frente Atlético, son nazis hechos y derecho. Le partieron el cuello con una botella, lo tiraron a la vera del río manzanares, y nadie dijo nada acá. El sentido común dice: ¡Ojalá esto fuera como Europa! Luego del asesinato, Diego Simeone, entrenador del Atlético Madrid, declaró: «Eso no tiene nada que ver con el fútbol! Fijense, como cuidan el negocio»
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