El periodista Juan José Salinas, autor de AMIA. El atentado. Quiénes son los autores y porque no están presos, se refirió en Sin Zonceras a la creación de la nueva Secretaría de Inteligencia. En ese sentido, reconoció que «el Gobierno no le dio mucha bola a la cuestión de la Inteligencia», y aseguró que «la SIDE estaba colonizada hace años por los servicios secretos extranjeros. No respondía a los intereses nacionales, y como se ha visto con la denuncia de Parrilli y la escapada de Stiuso, estaba puesto además al servicio del enriquecimiento de algunas personas. Probablemente también involucrado en el tráfico de drogas. (prácticamente todos los servicios de inteligencia del mundo trafican drogas) y a la trata, cuestión que Lorena Martins ha declarado muchas veces con pelos y señales».
El escritor, señaló respecto a la nueva ley, que «lo que hace falta es patriotismo. Y que los Servicios de Inteligencia respondan al Poder Ejecutivo, con información sobre todo internacional, que permitan anticipar algunos movimientos. No deben ser auxiliares de la Justicia, salvo en asuntos muy específicos y fallando a través de un juez, -sostuvo Salinas-. Hay garantías con las reformas que impulsaron desde el CELS, con Horacio Verbitsky y Marcelo Saín, porque habría un control ciudadano lógico. Es una pena que la oposición no haya querido estar en el debate porque ocasiones como estas se presentan muy pocas veces».
El autor del blog Pájaro Rojo aseguró además que «la oposición dice que la reforma llega tarde, y que el Gobierno contó con la ayuda de Stiuso» y explicó que la génesis de ello «comienza con Néstor Kirchner preocupado por bajar la deuda externa a un monto que pudiéramos pagar sin mayores sacrificios para el pueblo argentino. Por eso tenía a Martín Redrado en el Banco Central, y por eso fue a Estados Unidos, para caerle bien al poder financiero. Estimaban los Kirchner, y yo creo que con razón, que eso era imposible sin tener a favor a la poderosa colectividad judía de la costa Este de los Estados Unidos y al Consejo Judío Mundial».
Salinas consideró en Radio Gráfica que «durante esos años nada se tocó; Stiuso quedó al frente de la SIDE y el fiscal Nisman, propuesto por la dirigencia de la colectividad judía, fue aceptado por Kirchner como una manera de no levantar ola. Cristina, que conocía mucho mejor la causa AMIA, nunca confió en Stiuso. Lo puso a Héctor Icazuriaga y a Francisco Larcher, pero evidentemente no fueron capaces de controlar lo que se cocinaba por debajo de ellos. Por eso tampoco critiqué a Cristina cuando designó a Milani, porque era evidente que no podía apoyarse sino en un puñado de gente de la Secretaría de Inteligencia, y en el general Milani, para contrarrestar el cúmulo de carpetazos que habían salido».
Para finalizar, el periodista afirmó: «Estamos en un momento donde la inteligencia no sobra. Cualquiera dice cualquier cosa. Clarín, La Nación, titulan con cosas inverosímiles».
LS / GF / RG