El Caso Nisman en boca de todos. Una nota de La Nación generó la polémica en Desde el Barrio. El título: «Crecieron las consultas psicológicas por miedo y desamparo tras la muerte del fiscal«. Para explicar esta construcción de sentido, fue entrevistada la Magister en Psicoanálisis Agostina Ilari, quien brindó el siguiente análisis:
«La pregunta que deberían hacerse muchos argentinos es la siguiente: ´¿A ver, qué me está angustiando a mi? ¿Porqué la muerte de Nisman me angustia a nivel personal?, porque estos conflictos se manifiestan en la situación personal», afirmó Ilari.
Añadió que «Son una válvula de escape para canalizar angustias personales. Lo mismo hacemos en un partido de fútbol, sabés que durante noventa minutos podés insultar con total impunidad al otro. Con el tema Nisman, la población tiene un bombardeo de semanas, donde los medios de comunicación ya juzgaron y condenaron. El sujeto se sube a un circuito que se arma en lo social. Fíjense como ha crecido la virulencia de la marcha 18F. Al principio era una marcha de silencio, pero ahora dejó de serlo ´en memoria del fiscal´. Hay un tinte diferente. Pero más llamativo en la nota de La Nación es la palabra desamparo, porque tenemos que partir de una base: el desamparo es un estado natural del hombre».
La Doctora Ilari, secretaria académica del Departamento de Psicología de la Universidad Kennedy, sostuvo en relación con la «sensación de desamparo general», que se promueven desde muchos medios masivos de comunicación: «Hay circuitos que explotan sensaciones que canalizan el desamparo. Si vos me decís todo el día que vivimos sin leyes, en una selva. ¿Dónde me voy a amparar, piensan muchas personas?. Hay que entender que la construcción de la información es una mercancía».
Puntualizó que «Hoy se construyen discursos de verdad donde no hay espacios para las preguntas. Hace tres semanas que la muerte de Nisman es la causa de nuestros males, ¿Pero dónde quedaron el resto de los problemas de inseguridad que supuestamente nos asolaban? Un claro intento de construcción de sentido. Se le vende a la población que estamos todos afectados. Es el efecto de la masa: soy parte de este colectivo porque todos sentimos lo mismo. Y si no lo estás, no sos parte de esta sociedad. Pero nadie pregunta porque estás mal vos»
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