Horacio González, sociólogo, ensayista y director de la Biblioteca Nacional, fue entrevistado en La Señal. En el marco del Encuentro Federal de la Palabra que se está llevando a cabo en Tecnópolis, analizó el uso de la misma en los distintos contextos.
En primer lugar, aseguró que la realización de este encuentro “es una novedad en lo que respecta a los eventos culturales en la Argentina”.
Informó que al tema de su exposición lo “viene madurando en distintos ambientes culturales y universitarios”. Desarrolló que “la expresión a través de la palabra la entiende como algo no instrumental, sino como lo que te identifica en la relación los demás. Entonces, se convierte en el ámbito más interesante para pensar sobre las políticas”.
El director de la Biblioteca Nacional reflexionó con Gabriel Fernández sobre los soportes en los que aparece la palabra expresando que “sea la voz de Gardel o Atahualpa Yupanqui en un disco o una película de Leonardo Favio en celuloide y más allá de los soportes, lo que hay son estilos, respiraciones, identidades, legados, memorias”.
Sobre como es utilizada por políticos, González señaló que “muchas veces la clase política cree que la palabra es una formula ajena a lo que sé como ente pensante. Y no es así. La palabra es el tejido de nuestros pensamientos expresados en acción”.
En relación a la influencia de los medios, entendió que lo hay que preguntarse es “de qué modo los medios de comunicación condicionan ciertos usos de las palabras en el tiempo”. Acotó que “los mismos vienen con clichés y formulas coercitivas que utilizan para inspirar miedo”.
Por último, dio su visión acerca del paro general convocado por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, y respaldado por sectores de izquierda y la Sociedad Rural Argentina. “Usan consignas de movilización para propósitos que no corresponden a la historia que tiene ese concepto”, interpretó.
Al respecto Gabriel lo indagó acerca de la utilización de palabras como «seguridad», «paro» y «sindicatos». González indicó que «esos son ejemplos de ideas que tuvieron un sentido en distintas circunstancias históricas y hoy, medios mediante, poseen otro».
“Las palabras tienen esa particularidad de seguir siendo las mismas con interpretaciones antagónicas”, concluyó el ensayista.
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