En el marco de la reforma del Código Civil Carolina Fairstein, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales, dialogó con Lucas Molinari en Punto de Partida sobre el aspecto de la vivienda y propiedad dentro de este contexto.
«La renovación del Codigo es importante porque este regula cada cosa que hacemos, aunque no lo sepamos. Es un código que se escribió en el siglo XIX y la última modificación la tuvo en el año 68 y necesitaba una modificación y actualización urgente», comentó Carolina.
En relación con las propuestas llevadas a cabo por el CELS en relación con la vivienda y la propiedad, Fairstein explicó «los contratos de alquiler están regidos por el Código Civil y por regulaciones locales. El Código debería reconocer y explicitar la función social de la propiedad, principio reconocido en nuestro país por el Pacto de San José de Costa Rica y 14 provincias que lo incorporan. Es un sinceramiento que sirve para interpretaciones y dar mas margen a ciertas políticas públicas que después encuentran obstáculos en una concepción privativa de la propiedad».
En esta línea planteó que la propiedad no es un derecho absoluto y que debe armonizarse con los demás derechos fundamentales del país. «Nosotros también proponíamos regularizar la situación de informalidad en que viven muchas personas en villas y asentamientos, pero lo único que incorporaron para el dictamen fue el reconocimiento de la propiedad como con una función social. Pensamos que, si bien no era suficiente, era un gran paso. Sin embargo, ni siquiera eso quedó en el dictamen de mayoría», explicó.
Finalmente, concluyó que «si bien el Código Civil no es un código administrativo al regular, por ejemplo, los modos de adquisición del dominio podría contribuir a regular la situación en la que viven un montón de asentamientos, villas y barrios informales donde las personas no tienen la seguridad de la vivienda pero son poseedores de esos terrenos hace un montón de tiempo. De estos planteos, no se tomó nada».
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