El próximo domingo 27 de octubre se eligen, además de diputados y senadores nacionales, en la Ciudad de Buenos Aires se votan legisladores para renovar la mitad de la cámara. Gustavo Vera, titular de La Alameda y primer candidato por UNEN, dialogó con Lucas Molinari en Punto de Partida sobre los ejes temáticos de su campaña y propuestas para la zona Sur porteña.
El candidato señaló que «el problema de la vivienda es gravísimo. El actual Gobierno se orienta en función de los negocios privados y no del bien común. Teniendo el tercer presupuesto más importante del país, que el año que viene va a ser de $60 mil y este año fue de $44 mil, no hay ninguna excusa para que todavía haya mucha gente en situación de emergencia habitacional y una clase media que no tiene acceso a la vivienda porque los créditos hipotecarios son para clases de más altos recursos. Y ésto se da en el marco de un montón de viviendas ociosas en la ciudad».
En este sentido, la propuesta de UNEN es realizar «una auditoría del Instituto de Vivienda de la Ciudad, que es un foco infeccioso. El negocio que manejan es el de pactar con los punteros para generar clientelismo y asegurarse un voto cautivo». Por otra parte, Vera afirmó que «es inaceptable que alguien que tenga muchos departamentos no los libere al mercado para que baje el precio del alquiler. Hay que gravar la vivienda ociosa».
La Alameda es reconocida por sus denuncias contra el trabajo esclavo, en este sentido, el titular de esa Fundación, manifestó que «en relación al trabajo esclavo, tenemos que armar un sistema de auditoria obligatoria de todas las marcas de ropa que operan en capital para que, en toda su cadena de valor, demuestren que trabajan sujetos a derecho. Y sino, castigarlos, ponerlos en una lista negra hasta que se pongan en regla. En total son 114 las que están denunciadas penalmente por trabajo esclavo».
Finalmente Vera manifestó que «nosotros nos vamos a relacionar con la gente honesta y de buena fe y vamos a denunciar cuanto negociado exista, sin ninguna actitud de defensa corporativa. Queremos que las cosas se voten por convicción y no por un acuerdo».
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