El titular del flamante Instituto Nacional de la Música, Diego Boris, afirmó que su gestión estará destinada a respaldar a los músicos argentinos y promover la creación popular en base al respeto a la independencia.
En diálogo con Gabriel Fernández y Jorge Thierbach, Boris señaló que en un principio buscará ordenar esta creación que es el Instituto, derivado de la sanción de la Ley de la Música, por la cual batalló al frente de la Unión de Músicos Independientes (UMI).
Durante la charla, emotiva, en Patria Grande Latinoamericana, Diego y Gabriel recordaron los inicios, cuando la Unión era un sueño. “Vos recordás, le dijo Boris, que lejos que parecía todo en aquellos años 90. Apenas tus notas a favor de estas causas y de la comunicación popular podían leerse. Parecía que todos estaban a favor del neoliberalismo, salvo unos pocos de nosotros”.
Luego indicó que la Ley fue posible gracias a la organización alcanzada a través de la UMI, pero también debido a la adhesión de numerosísimos músicos. “Muchos de ellos autónomos, pero también una gran cantidad de quienes habitualmente firman con las grandes compañías”.
Se tomó el trabajo de agradecer y mencionar al aire a cada uno de los adherentes, algunos de cuyos nombres son verdaderamente significativos para la cultura argentina. “Sin todos esos apoyos no hubiera sido posible. Y por supuesto, la determinación del gobierno de escuchar a los artistas”.
Otro desafío pendiente es establecer circuitos para que las bandas puedan tocar: “Desde Cromagnon que no se pudo recuperar esa veta de recitales en vivo y hoy siguen las dificultades y las restricciones”, señaló. “Quiero que los músicos sepan que van a recibir respaldo”, completó.
Finalmente reivindicó a la Ley de Servicios de comunicación Audiovisual que, junto a la Ley de la Música, trazan un horizonte distinto y mejor para la cultura argentina. Y además de Gabriel, mencionó el aporte en esa dirección de Vívian Elem, quienes “creyeron de entrada en el proyecto”.
GF / RG
