La empresa de pinturerías ALBA efectuó despidos en su planta ubicada en la localidad de Garín. Los trabajadores denunciaron la arbitrariariedad de la medida, la tercerización que está efectuando la empresa, y que ni la Secretaría de Trabajo ni el Sindicato de la Pintura están tomando las medidas necesarias para intervenir en el conflicto. Sergio Aguirre, delegado gremial de la planta, explicó en el aire de Radio Gráfica los pormenores de la situación.
En diálogo con Punto de partida Aguirre indicó que «la situación es producto de los despidos masivos que se produjeron el 29 de abril. En total fueron treinta los cesanteados. Y ante la indiferencia de la empresa para sentarnos a hablar seriamente de la reincorporación decidimos incrementar las acciones. Hoy estamos en un acampe de unos días frente a la empresa. Las desvinculaciones se dieron entre los meses de marzo y abril. En marzo echaron a diez, y en abril, en un día de manera súbita y arbitraria, nos encontramos con otros veinte despidos. Hoy quedamos doscientos cincuenta y dos trabajadores. La empresa fue reduciendo personal de a poco a lo largo de los años. En los años ’90, cuando yo entré, éramos setecientos trabajadores solo entre los operarios«.
El entrevistado señaló también que «soy delegado del Sindicato de la Pintura, pero quiero dejar en claro que hasta el momento lo único que hizo el gremio fue presentar una denuncia en la Secreatría de Trabajo. Hasta el momento ni siquiera tuvimos una audiencia allí, y el sindicato sigue esperando una respuesta sin tomar ninguna otra medida. Entre los compañeros despedidos hay trabajadores que tienen hasta cuarenta años de antigüedad. De un día para otro se quedaron sin trabajo. Hoy una persona de más de cincuenta años de edad está condenado, el mercado laboral lo considera viejo«.
Finalmente Aguirre se refirió a los mecanismos de tercerización usados por la empresa ALBA, al detallar que «la empresa adujo crisis para hacer los despidos. Eso es falso porque a nivel multinacional tiene ganancias fabulosas y en el plano nacional ALBA trabajó a un ritmo de producción de veinticuatro horas por día. Está colgándose de la crisis nacional para echar compañeros y efectuar una reforma laboral de hecho. A unas cuadras de esta fábrica hay un galón que pertenece a la firma de logística Tradelock. Esta empresa está haciendo trabajo que nos corresponde a nosotros, o sea que ALBA tercerizó allí parte de su trabajo. Dentro de Tradelock se pueden encontrar situaciones de semiesclavitud, con compañeros trabajando a un ritmo de dieciocho horas por días, sin mesas, sin sillas, con solo media hora de descanso, y ganando un tercio del sueldo que ganamos en nuestra planta«.
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