Sorpresa en el mundo del boxeo. Pelea por el título unificador de la Asociación (AMB), Federación (FIB) y Organización (OMB) de los Pesos Pesados. Nadie le daba chances al mexicano Andy Ruiz. Sus kilos de más, escasa estatura y cinco semanas de entrenamiento para pelea eran presa fácil para el inglés Anthony Joshua, un campeón con físico esculpido, músculo a músculo.
Pero si alguien pesaba tomarle el pelo al gordito, tendrá que pensarlo dos veces. Ruiz noqueó noqueó a Joshua en una pelea trepidante. Ruiz le produjo cuatro caídas a su rival, dos de ellas en un trepidante tercer asalto, en el que también fue a la lona el vencedor.
Enrique Martín viajó alrededor de todo el mundo cubriendo las peleas más importantes durante más de veinte años para Crónica. En diálogo con Gabriel Fernández, el veterano especialista de boxeo expresó: «Fue todo un batacazo. Una enorme sorpresa. Por nada, las apuestas estaban 33 a 1 a favor del inglés. Una enorme exageración, pero eso marcaban las terminales de apostadores en todos los casinos de Estados Unidos» ; y comparó la victoria de Ruiz con la derrota que sufrió Mike Tyson ante James Buster Douglas en 1990: «En ese momento las apuestas estaban 42 a 1. Douglas no era ningún gordito. Era atlético y enorme boxeador. El problema es que uno ve a Ruiz y no parece deportista».
«Algo que no se tiene en cuenta es que no existe límite de kilaje en la categoría Pesados«; explicó el especialista, quién agregó: «Un boxeador puede tener treinta kilos más que su rival y no pasa nada. La potencia de un hombre de 120 kilos es la misma que uno de 90. Si existe mayor lentitud. En esta categoría es fundamental saberse mas lento o de menor alcance para planificar la estrategia en corta distancia. Todo eso, Ruiz lo hizo a la perfección«.
«La imagen estética no di cena nada. En Pesados hubo muchos gordos. Tony Galento fue un retacón gordito que en los años cuarenta le dio mucho trabajo a Joe Louis. El prototipo de boxeador no es un musculoso o patovica. Pero en categoría Pesados, el que parece gordito puede dar una gran sorpresa«, analizó Narices Chatas.
«Nadie sabe que le pasó a Joshua. Es un buen boxeador que llevaba tranquila su carrera. No le vamos a sacar el crédito. Su empresario ya arregló una revancha en Londres. Creo que el gordo va a perder en Londres, pero Ruiz es un guapo. Detrás de esta pelea hay una historia: Joshua iba a pelear contra Jarrell Miller, un retador importante. Pero en un control antidoping le encontraron sustancias y hubo que suspender la pelea. Como el negocio estaba montado, el empresario buscó un challenger. Ruiz se ofreció por Instagram. Le garantizó un buen espectáculo y derrotar al propio Joshua»; explicó Enrique Martín, quién considera a Deontay Wilder, campeón del Consejo Mundial de Boxeo, el mejor exponente actual de la categoría.
Consultado sobre históricos pesados argentinos, como Luis Angel Firpo o Ringo Bonavena, el periodista decidió fustigar la figura de Fabio Moli: «Ese señor nunca fue boxeador. No entiendo como le dieron licencia. Fue un invento de un empresario cordobés llamado Bladimiro Sodero que lo conocía como peleador de boliche sin la menor condición técnica. Moli hizo pasar una verguenza fenomenal al boxeo argentino cuando se tiró a los diez segundos de su pelea frente a Wladimir Klitschko».
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