Cuatro décadas de trayectoria en un recorrido que lo llevo a ser una referencia en el periodismo gráfico, radial y televisivo. Agudo observador, dueño de una de las plumas más sensibles de nuestro medio. Walter Vargas conversó con Abrí la cancha acerca de la actualidad del periodismo deportivo argentino, el mensaje que desde él se baja, y también sobre la actualidad de Estudiantes de La Plata, cuadro del cual es hincha.
En diálogo con Carlos Aira y Martín Gorojovsky, Vargas se refirió en primer lugar a «la falta de polémica en la televisión, entre los economistas, entre los políticos, en las redes sociales. Se ha devaluado mucho la confrontación de ideas. Estamos demasiado enfermos de ‘opinismo’. En la Grecia antigua la opinión era la escala más baja del pensamiento. Creemos que es la más alta, lugar que corresponde al concepto. Nos han entronizado la cultura del entretenimiento, en la que entra mucha baratija, mucho amarillismo. Los periodistas entretenemos por añadidura, pero lo principal es informar, interpretar con honestidad intelectual, tener una subjetividad trabajada. Si a partir de ahí entretenemos, perfecto. Después se dice que ‘la gente quiere entretenimiento basura’. Al contrario, si se le da basura la gente se acostumbra y recibe lo que puede. Y cuando el público se rinde y lo acepta se lo descalifica moralmente. Es bastante perverso el mecanismo«.
Consultado acerca de si la cultura del entretenimiento en el periodismo puede trasladarse al juego que se ve en las canchas, al estilo de la liga mexicana, el entrevistado afirmó que «en la Argentina es inviable por la idiosincracia del argentino futbolero, por la cultura y la tradición que tiene el fútbol argentino, por una mentalidad competitiva en el buen sentido. Los hinchas y jugadores de Patronato, por ejemplo, van al Monumental sabiendo que pueden ganarle a River. No es como en los casos del Guanajuato en México o del Rayo Vallecano en España. Por otro lado para un futbolero argentino no hay nada más entretenido que ganar. En ese sentido no creo que la cultura del entretenimiento a la mexicana germine aquí. Sí es cierto que hay entrenadores muy seductores por ese juego franco, generoso, etc., que tienen un paraguas protector que otros no tienen. Tal vez tiene que ver con la línea de entrenadores que tienden a hacer creer que la posta del fútbol en estos tiempos pasa por atacar permanentemente sin importar el resultado, lo cual es una mentira grande como el Amazonas. La posta del fútbol no la tiene nadie, la fórmula de la Coca-Cola en el fútbol no existe«.
Por último Vargas analizó brevemente la actualidad de Estudiantes de La Plata al observar que «el plantel está muy diezmado. La presidencia y el mánager han tomado decisiones pésimas en la elección de jugadores y entrenadores. El equipo está mal físicamente y se acostumbró a perder. La construcción de un estadio nuevo es una zanahoria muy cara. Se podría haber llevado a cabo el proyecto sin destruir el plantel sistemáticamente. Hay un dato que es escamoteado, desde el club mismo y buena parte del periodismo plantense. En todo la historia de Estudiantes no hubo una sola comisión directiva que gestionara con tantos millones de dólares a disposición. Montañas de dólares por las ventas de jugadores, unas realizadas por la gestión de Juan Sebastián Verón, otros como herencia de la presidencia de Enrique Lombardi«.
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