Julio Fernández Baraibar, pensador nacional y analista político, reflexionó en La Señal acerca de la interna peronista en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires.
Respecto de la situación en la Capital sostuvo que «se ha establecido un frente en la ciudad de Buenos Aires con una interna para dirimir en las PASO la formación de la lista. Es un avance muy importante, porque ha ampliado el espacio original que tenía el Frente Para la Victoria más allá del Partido Justicialista y sus aliados. Estamos en condiciones de dar una batalla electoral digna de lo que se está discutiendo».
Luego expresó una postura más preocupada respecto a la provincia dado que según Fernández Baraibar «no hay argumentos para que no existan unas PASO en el ámbito del frente que se constituya en ese distrito. No se entiende habida cuenta que en la capital Alberto Fernández, el jefe de campaña de Florencio Randazzo, integra el frente electoral y va a participar como candidato en la interna abierta. Si el argumento es que no se debe competir contra Cristina, es una argumentación terriblemente pobre desde el punto de vista político. Porque si eso implica dejar afuera al Partido Justicialista es peor el remedio que la enfermedad. Además, ¿por qué la ex presidenta no puede presentarse a una interna con quien quiera disputar el espacio? No es válido comparar con hacerle una interna a Juan Domingo Perón, porque él siempre fue candidato a presidente y no había nadie que disputara la candidatura».
Finalmente entrevistado por Gabriel Fernández agregó que «las PASO fueron un mecanismo generado por el gobierno de Néstor Kirchner. ¿Por qué era bueno en 2010 y es malo en 2017 en la provincia de Buenos Aires? Me da la impresión de que estamos ante un excepcionalismo jurídico que no corresponde, porque deja la posibilidad de que se quiebre el bloque de votos peronistas por el mero hecho de que no se quiera dar una interna. Si además de producirse sucesivas rupturas esta cuestión se judicializa entramos en un pantano espantoso. Va a hacerse muy difícil obtener un triunfo rotundo en la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones, y ahí las cosas se pondrían muy mal».
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