El título de nuestra columna semanal parece apresurado dado que faltan ocho fechas para el final del campeonato, pero lo cierto es que los próximos tres partidos de Boca, el líder del campeonato, son determinantes en sus aspiraciones al título. Además, también empieza a definirse la permanencia en Primera.
Última chance
Los xeneizes tienen por delante tres fechas en las que enfrentarán a rivales que están medianamente cerca en la tabla del campeonato. Visitarán a Estudiantes en La Plata, luego serán locales en el clásico frente a River, y también de locales se medirán con Newell’s, hoy único escolta. A esta serie, la última de su fixture en la que enfrentarán a equipos ubicados en lo alto de la tabla de posiciones, llega con bastante comodidad desde los números. Depende de sí mismo, dado que está a tres puntos de los leprosos, seis del inesperado Colón de Santa Fe y ocho de Estudiantes y San Lorenzo, que no logran retomar la senda firme de buena parte de 2016.
Ahora bien, la ventaja matemática se hace relativa frente al juego. Ayer Boca ganó con claridad contra Arsenal después de dos empates inesperados (ante Patronato y Atlético Rafaela). Dejó una mejor imagen ayudado por el retorno de Fernando Gago y por el penoso desempeño de su rival. Pero las mencionadas igualdades ante entrerrianos y rafaelinos demuestran que tiene vulnerabilidades. Y se vienen tres rivales de fuste. Los platenses llevan tres empates en fila pero al mismo tiempo no pierden desde la reanudación del torneo. Luego vendrá el clásico, con su característica de partido aparte ante un River en alza (aunque probablemente sin Nacho Fernández, lesionado el jueves ante Emelec), y finalmente el mano a mano con su inmediato perseguidor. Nos arriesgamos a pronosticar que si sale de esta serie con la misma ventaja sobre los rosarinos (ni hablar si la aumenta) Boca será campeón.
Porque por exigua que parezca la ventaja de tres puntos, Newell’s tiene que asegurarse de mantenerla o incluso descontarla antes del encuentro directo con los boquenses. Y en el fixture del equipo de Diego Osella aparecen dos partidos de local, pero no por eso menos difíciles. El primero ante un Independiente al que le viene sentando bien jugar fuera de casa, y luego un clásico frente a un Rosario Central en alza y sin dudas con ganas de cobrarse la derrota agónica del año pasado en Arroyito.
¿Terceros en discordia?
Nadie esperaba a esta altura de las circunstancias estar habalndo de Colón como un potencial contendiente por la punta. Su campaña en la primera mitad del campeonato fue irregular, pero en la reanudación tiene números contuntentes. En ocho partidos empató uno y ganó los otros siete, y apenas le convirtieron dos goles. ¿Cómo lo logra? Eduardo Domínguez armó un equipo utilitario con recursos aparentemente limitados. Es firme, si el partido es cerrado no se arriesga más de lo necesario, desgasta al rival y lo mata con una estocada. Desde el arco Jorge Fatura Broun ofrece probablemente el mejor momento de su trayectoria en Primera, Germán Conti y Guillermo Ortiz conforman una zaga central segura, Gerónimo Poblete y el paraguayo Fidencio Oviedo equilibran desde el mediocampo y adelante cuenta con el olfato goleador del uruguayo Diego Vera. Aportan además su experiencia veteranos como Adrián Bastía y Clemente Rodríguez.
¿Alguien más puede sumarse al tramo final de la carrera? Tal vez River, que postergó una parada bravísima contra Atlético Tucumán. Con un partido menos los dirigidos por Marcelo Gallardo pueden ubicarse a seis puntos de su clásico rival, siempre y cuando no pierdan puntos antes de saldar la deuda con los tucumanos. Habrá que ver además cómo se reacomodan los millonarios luego del triunfo en un partido muy exigente desde lo físico como fue la victoria ante Emelec por la Copa Libertadores. Mientras tanto, equipos como Racing y Gimnasia, que venían pugnando por no quedarse atrás, cayeron este fin de semana (en el caso de los platenses se trató de la segunda derrota consecutiva) y parecen haber agotado sus posibilidades.
Peligro de naufragio
La lucha por la permanencia arrojó hasta el momento una fecha sin empates en los partidos que la modifican. Tal vez sería el caso si Vélez iguala frente a Lanús, pero aún así da la impresión de que gracias a sus últimos triunfos y las derrotas de otros equipos, los de Liniers están casi salvados este año.
Mientras tanto Temperley y Quilmes son los más beneficiados de la semana, puesto que son los únicos que ganaron sus partidos. Los cerveceros superaron ajustadamente (y con un penal en contra no cobrado en el final del partido) a Talleres de Córdoba y cortaron una racha de siete derrotas consecutivas. Con esos tres puntos lograron una luz de ventaja en la carrera que mantienen contra Arsenal y contra Olimpo, dos equipos que dividen puntos por la misma cantidad de partidos jugados. Para que quede claro, el triunfo de Quilmes significa que en este momento el equipo tiene dos puntos más que los bahienses y tres más que los del viaducto.
Arsenal efectivamente no mostró nada en su visita a La Boca, y todos los observadores, propios y ajenos, coinciden en vaticinar un descenso que probablemente no se detenga en la B Nacional. Olimpo por su parte cayó frente a Atlético de Rafaela y volvió a entrar en zona de descenso. Los rafaelinos siguen desahuciados, pero se las ingenian para complicar a cuanto rival se le ponga en el camino con una combinación de orden defensivo y oportunismo para contragolpear. La pesada mochila de las malas campañas anteriores pesa demasiado, pero de esa necesidad los dirigidos por el Chocho Juan Manuel Llop hacen virtud. Juegan sin temor a perder, sin presiones y vienen redondeando una campaña digna, que además les puede servir como ensayo para el futuro en el ascenso.
Finalmente, la clarísima victoria de Temperley ante Racing vale por muchos motivos. En primer lugar por la salida de la zona de descenso, relegando a Olimpo, y particularmente a Sarmiento de Junín, que tras hacer un partido elogiable en el Monumental y traerse un punto, deshizo todo el buen trabajo y recibió cuatro goles por parte de Colón. ¿Será un knock out anímico? Los gasoleros en cambio no solo se cargaron a la Academia, sino que en la fecha anterior vencieron a San Lorenzo. Semejante seguidilla templa sin duda los ánimos, y más todavía el hecho de que Temperley es un equipo formado escencialmente por jugadores de la casa, que parecen tener una motivación mayor a la de otros planteles a la hora de enfrentar la dura tarea de mantenerse en Primera. Le sacaron cinco puntos de ventaja a los verdes de Junín, y están a solo tres de Huracán y cuatro de Aldosivi, otros dos equipos que no logran detener su caída.
Completarán mañana la fecha Belgrano en Córdoba ante Defensa y Justicia a las 16:30, y Lanús ante Vélez a las 21 en el estadio Néstor Díaz Pérez.
MG/GF/RG
