Con el endurecimiento de la política migratoria argentina y las polémicas declaraciones de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien relacionó a los inmigrantes de países limítrofes con el negocio de la droga y el narcotráfico, Evo Morales, presidente de Bolivia, envió una comitiva a nuestro país con el objetivo de bajar el tono del conflicto y mantener reuniones con la Cancillería, la titular de la cartera de Seguridad y las autoridades de Migraciones.
José Alberto Gonzáles, presidente del Senado boliviano, señaló en Desde el barrio que «nuestra visita fue producto del malestar e inquietud que se generó entre la colectividad boliviana. Hubo periodistas, opinadores, autoridades del Ejecutivo, hablando cosas muy duras en contra de nuestros compatriotas, que para nosotros son injustificadas. El objetivo fue venir a hacer una especie de diagnóstico y recoger la información y las inquietudes de ellos. El lunes planteamos las nuestras y reclamamos el tono de estas declaraciones tan injustas para con nuestra colectividad».
Este martes, la comitiva boliviana se reunió con Patricia Bullrich y la funcionaria «manifestó que nunca dijo eso (había planteado que «muchos ciudadanos paraguayos, bolivianos y peruanos se comprometen, como choferes, mulas, partes de una cadena, en los temas de narcotráfico»), que no es su sentimiento y que no tiene nada contra los bolivianos. Me dijo, textualmente, que `no hemos discriminado ni estigmatizado a los bolivianos, siempre tendrán las puertas abiertas`. A nosotros nos ha parecido un trato denigrante, que nos ha lastimado y se lo hemos hecho saber».
El Senador boliviano detalló que la comitiva que él preside también realizó «observaciones puntuales sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia de Mauricio Macri, porque establece presunción de culpabilidad cuando la normativa internacional es presumir la inocencia de los seres humanos. Aquí se está pasando por encima de esa cuestión y da la sensación de que pueden suspender tu residencia y expulsarte por una denuncia por cualquier tema. Esto es un atropello y un retroceso».
Gonzáles marcó, además, las diferencias existentes entre la política migratoria boliviana y argentina y señaló que en su país hay «cinco o seis tipos de delitos por los cuales un argentino podría ser expulsado y son los denominados `complejos`, como narcotráfico, tráfico de armas, terrorismo, entre otros. Lo que han hecho en Argentina es, prácticamente, meter todo el Código Penal». Ante estas inquietudes, la comitiva boliviana y los representantes del Gobierno argentino acordaron «conformar una Mesa de Trabajo en los próximos 15 días, que espero que no sea un eufemismo, para volcar y discutir nuestras inquietudes. Me gustaría rescatar que nos han garantizado que esta normativa no viola los derechos adquiridos, garantizados por la Constitución argentina, de nuestros migrantes hermanos».
En esta línea, resaltó que el objetivo del Gobierno boliviano es que «nuestra gente, que viene a trabajar acá, pueda venir tranquila, sin tener que estar con `el Jesús en la boca`, como decimos nosotros, sin ningún tipo de persecución o estigmatización, temas que cuesta muchísimo erradicar porque hacen a cuestiones culturales y los dichos de estos días ayudan a agravar la situación. (Si bien) será el Ejecutivo el que decida, (esto) hay que trabajarlo con gente técnica y escribir bien las normas, porque una palabra no dicha o dicha a medias, abre la caja de Pandora para que los funcionarios de caminos y fronteras apliquen la norma a su criterio y den rienda suelta a ciertos deseos xenófobos escondidos o reprimidos».
Finalmente, el Senador se refirió a la situación actual de Bolivia en relación a sus migrantes y resaltó que durante el Gobierno de Evo Morales «se ha empezado a pensar en la Patria, en los bolivianos y se ha dejado de servir de rodillas a las transnacionales. En estos once años, de los 10 millones de habitantes que somos, dos millones han salido de la pobreza. El boliviano es migrante por naturaleza, si no lo hacemos del campo a la ciudad, lo hacemos de una ciudad a la otra y cuando el país nos empieza a quedar chico, empezamos a pensar hacia dónde nos vamos, pero en estos tiempos hemos notado que quienes están en Europa, Brasil o Argentina, están retornando a Bolivia, es gente que quiere volver porque siente que la situación está mejor».
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