Luego del acuerdo por Vaca Muerta, el Gobierno busca reducir los costos laborales de todos los sectores con el argumento de la atracción de inversiones. Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, señaló en Desde el barrio que esto «demuestra la lógica de un Gobierno que responde al mandato de los grupos empresarios poderosos. La clase dominante quiere tomarse revancha, ajustar cuentas con el movimiento sindical y llevar las cosas a una etapa previa a lo que fue el peronismo».
Según Yasky, los grupos dominantes siguen una «hoja de ruta que ya la expresó Mauricio Macri cuando intentó llevarse puesto el fuero laboral. Por ahora se lo pudo parar. Avanzaron con el tema de las ART, están hablando de la flexibilización laboral y presentan el acuerdo firmado por Vaca Muerta como un modelo para el resto. Supuestamente todos los que firmemos la aceptación, sacando la bandera blanca, aceptando perder conquistas, perder derechos, perder calidad del empleo, cláusulas de convenio que nos han costado años de lucha, todos los que resignemos eso vamos a tener las inversiones. La verdad es que eso es una tomadura de pelo».
En esta línea, el caso testigo es Vaca Muerta. El titular de la CTA planteó que este acuerdo firmado el martes «es poco menos que tomar por idiota a la gente. ¿Qué pasa si no se aceptan esas cláusulas? La minería, la explotación petrolera, el agua son recursos por los que van a venir con o sin flexibilización laboral. Van a venir en 20 o 30 años y si no se modifica la política de este Gobierno, estamos con bandera de remate».
Yasky criticó el tiempo que algunos sectores decidieron darle al Gobierno durante el primer año de mandato y señaló que «todo lo que decíamos cuando reclamábamos la unidad para salir a pelear y no darle tiempo a este Gobierno para que siga avanzando, era realidad. Hay que tratar de sincerar las posiciones dentro del movimiento sindical, porque está claro que si aceptamos todo ésto nos van a ir llevando a una suerte de sindicalismo pre-peronista y lo quieren hacer en nombre de las inversiones. Supuestamente las inversiones que iban a llegar en el primer semestre y después en el segundo ahora van a llegar cuando hayamos capitulado las conquistas del movimiento sindical. Eso, además de que es mentira, es inaceptable».
Juan Carlos Schmid, uno de los tres secretarios generales de la CGT, planteó la semana pasada en Desde el barrio que esa central obrera no realizó un paro nacional en 2016 porque hay sectores dentro del movimiento trabajador que ve con malos ojos esa medida de fuerza. Yasky respondió que «no es lo que vos escuchás en la calle. En la calle escuchás a los compañeros y compañeras trabajadores o que han quedado desocupados y lo que reclaman es que el sindicalismo se pare frente al Gobierno y ésto no se va a poder seguir pateando para adelante ¿Cómo se le va a explicar a los trabajadores que la paritaria tiene que ser del 18% o que tenemos que abaratar los costos en un país donde la mitad cobra menos de $8000?»
Por ello, remarcó nuevamente que «no hay posibilidad de seguir con el discurso de que hay que darle tiempo al Gobierno, que si al Gobierno le va bien a nosotros nos va bien. Todas esas pavadas que le he escuchado decir a varios dirigentes sindicales. No es verdad. El movimiento obrero tiene que tomar conciencia de que enfrente tenemos un Gobierno que se quiere llevar puestas las conquistas que hacen a la Argentina un país distinto. Los argumentos justificatorios de la inacción ya no tienen ningún asidero».
En relación a una posible unidad entre las CTA y la CGT, Yasky aseguró que en el último tiempo no mantuvieron comunicación alguna y que «vamos a tratar de tender puentes, de hacer una convocatoria y que haya una cumbre del movimiento sindical. Si la conducción de la CGT sigue resuelta a hacerle el juego al Gobierno, allá ellos pero creo que hay muchos gremios de la CGT, muchas regionales, la Corriente Sindical, la otra CTA, nosotros y hay que tratar de reagrupar eso y demostrar que no es verdad que tienen al movimiento sindical comprado para la flexibilización laboral, el disciplinamiento en la demanda salarial y para que sea furgón de cola de las políticas de un Gobierno que es de los patrones».
Frente al intento del Gobierno de volver a instalar las pasantías en el Estado, Yasky apuntó que «esta gente tenía un discurso de la pesada herencia y decían que echaban a los precarizados del Estado pero resulta que ahora ellos vienen con las pasantías, como si hubiesen descubierto la pólvora. Las pasantías se han aplicado por mucho tiempo en la Argentina y son una forma elegante de precarizar a los trabajadores».
Finalmente, frente al techo del 20% que el Gobierno quiere imponer para las paritarias, Yasky adelantó el conflicto con los sindicatos a la hora de discutir salarios. Además, señaló que «o aceptamos que el Ministro de Trabajo nos anoticie de cuál es la cifra que tenemos que pedir en la paritaria, con lo cual no es libre, o vamos a pelear por lo que nos corresponde. El año pasado perdimos por lo menos 6 puntos del salario. Hay que recuperar eso y hay que pensar en la inflación real, que no va a ser del 18%. Hasta las consultoras más amigas del Gobierno no bajan del 25%, entonces vamos a tener que discutir con las cifras de la realidad».
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