El periodista sirio Fady Marouf, en comunicación con Abramos la Boca, reflejó la situación que está atravesando su país natal en marco de la guerra, el drama de sus coterráneos que migran a otros países en busca de asilo.
Directamente desde Damasco, capital de Siria, Marouf hizo referencia a Aylan Kurdi, «el niño sirio de 3 años arrojado en una costa de Turquía después de naufragar el barco en el que él y su familia buscaban una vida mejor en Europa». Aún considerando la gravedad de este episodio apuntó que «es un detalle mínimo en el marco la tragedia que vive el pueblo sirio debido a la guerra terrorista lanzada contra este país». En esa línea acotó que «la imagen de Aylan indica como muchos sirios están viviendo en las zonas controladas por grupos terroristas llegando a un nivel de desesperación que los obliga a huir del país para conseguir alimentarse, lo más básico en la vida».
En diálogo con Mauro Cavallin, Alicia Lado y Marcela Portillo, el periodista sirio comentó que en los últimos cuatros años ha «visto tantos atentados, gente quemada y mutilada» y que, desafortunadamente, llegó a ser una postal habitual en la cotidianidad de Siria.
En relación a como se informa globalmente acerca de la situación en este país de Medio Oriente, analizó que «lamentablemente la visión que tiene todo el mundo sobre la guerra de Siria es la que emiten medios de comunicación occidentales pero la realidad es diferente».
Destacando la invisibilización que había de la situación de Siria antes del suceso de Aylan, Marouf consideró que «esta imagen une al mundo entero por primera vez y muestra que la comunidad internacional debe actuar para detener la guerra en Siria» ya que «lo que han hecho hasta ahora no ha servido para nada y el Estado Islámico se está ampliando». Ante ese panorama, plasmó que «la única forma de detener el terrorismo es aliarse con el gobierno y ejército sirios que está combatiendo al Estado Islámico».
Por último hizo referencia al arraigamiento que tienen los sirios para con su patria. «Todos quieren quedarse en Siria porque tiene un pueblo noble, tierra fértil y gente que le gusta trabajar» también considerando que antes de la guerra «era el mejor país para vivir en Oriente Medio donde convivían todas las religiones», describió.
«Siria es el pueblo que ama la paz», finalizó Marouf.
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