Su figura es mítica. Durante veinte años fue el mayor asaltante de bancos en todo el estado español. Luego de cumplir su condena, una vez en libertad, publicó sus memorias en tres libros imperdibles: Confesiones de un gánster de Barcelona, El gran golpe del gánster de Barcelona y Mi vida en juego.
Daniel Rojo Bonilla visitó Radio Gráfica promocionando el BAN (Buenos Aires Negro) – una cita impostergable con la literatura policial negra – y conversó durante más de una hora con Carlos Aira en Desde el Barrio.
Imputado del robo de ciento cincuenta bancos, Dani se confiesa: «Me llaman el más famoso, el más mediatico, no quiero hacer apología de la violencia, pero los que tomamos el atraco como una profesión, quienes robábamos como medio de vida, por desgracia – sea por sobredosis o anticuepos del SIDA – la mayoría están muertos. La mayoría están muertos”
Autor de Confesiones de un gangster de Barcelona, una novela con récord de ventas en España ya que “casi todos los escritores de novela negra se basan en un policía o detective que les comenté situaciones, por lo tanto tienen que hacer una gran labor de investigación. Yo no. Sólo tengo que recordar. Se como se hacen los atracos, si no tengo amigos que los han hecho. Mis novelas son casi reales, porque escribo recordando”.
Dani recordó aquella España post-dictadura, donde creció y cometió sus primeros asaltos: “De un día para otro pasamos de cantar el Cara al Sol y rezar el rosario a una libertad total. Fue un cambio radical. Tendrían que haber sido serios. Franco antes de morir dijo aquello de lo dejo atado, bien atado, y fue cierto ya que dejó a toda España a merced de una clase política lamentable”.
También conversaron sobre aquellos primeros años en el delito y como llegó a ser ladrón de bancos: “Muerto Franco, para cortar el mal rollo, crean la clase media. Ya no el obrero, si no una clase media ficticia que ahora se ven los resultados. Los que trabajaban ganaban dinero. Señores como mi padre que habían pasado hambre y no habían tenido educación. Yo no le hecho la culpa a mi padre que mucho sufrieron. Mi familia cuando ya ven que desde los 13 años la estoy liando, mi padre se cabrea conmigo y me echa de casa y me encuentro en la calle enganchado a unas drogas que costaban un dinero. De golpe a porrazo no tengo nada y tengo un mono de la ostia. Con un nun-chacu hice mi primer atraco. Me creía Bruce Lee. Ese estanco me pagó las drogas. Yo que venia de un estrato mas alto. Atracaba para irme a un departamento. Atracaba para ropa. Tenia que hacer cuatro o cinco atracos por día, mucha exposición. Yo buscaba un nivel de vida alto. Empecé a robar por la droga, pero me di cuenta que en los bancos estaba el dinero para ropa, coche, putas…”
Ex ladrón, escritor, próximo de debutar en el cine junto a Imanol Arias en «Anacleto».
Una charla imperdible que podés escuchár acá: